La Confederació Empresarial de la Província de Tarragona (Cepta) se da más tiempo para intentar evitar su desaparición. Fuentes de la entidad confirman que, en estos momentos, la gran esperanza de la patronal es contar con una inyección por parte del Institut Català de Finances (ICF) que pueda ayudar a reducir buena parte de los 583.000 euros de deuda que arrastra la entidad.
Según las fuentes consultadas, la Cepta ha solicitado una financiación de 400.000 euros al instituto financiero catalán que, de entrada, «no ha cerrado la puerta» a la entidad. En caso de recibir esta cantidad, la patronal podría incluso liquidar la deuda pendiente, mientras que si logra una financiación importante también aligeraría notablemente el pasivo que arrastra, ya que se espera vender también un inmueble de la avenida Roma valorado en 200.000 euros.
Confianza en la presidencia
Este miércoles, la asamblea de socios de la Cepta, una entidad creada en 1977, acordó dar confianza y más tiempo a las gestiones que está llevando a cabo desde hace semanas el presidente, Xavier Rigau.
Los integrantes de la patronal tarraconense esperan tener una vía clara sobre el rumbo que debe tomar la entidad para salvar su actual situación, «que no viene derivada de ningún desfalco», sino de no haber podido justificar las subvenciones por el confinamiento de la Covid 19.
A día de hoy, la Cepta arrastra una elevada deuda debido al proceso de revocación de seis subvenciones recibidas por cursos llevados a cabo entre 2015 y 2017, y que la entidad no pudo acreditar completamente en 2020, coincidiendo con el estallido de la pandemia.
Por ello, un informe interno alertó de la delicada situación, poniendo incluso sobre la mesa la posibilidad de que la histórico entidad pueda verse afectada por un proceso de liquidación. Ahora, con el horizonte del Institut Català de Finances, parece que puede haber vías para evitar el peor escenario.