Juan –nombre ficticio– ha rehecho su vida. Trabaja desde hace tres semanas y está limpio. «Me ha cambiado la vida, estoy tranquilo y feliz», asume este vecino de Tarragona tras salir del túnel. Atrás quedan unos siete años de turbulencias y adicciones, con vaivenes, retrocesos, progresos y recaídas. Casi dos años de tratamiento y desintoxicación con Proyecto Hombre le han permitido reiniciarse. «Empecé a los 14 años con el hachís. Luego tonteé con las pastillas y con la cocaína. A los 23 años probé la heroína. A partir de ahí llegó el declive», rememora. El entorno y las malas compañías le llevaron a esa espiral.
A la pregunta de qué le daba la heroína Juan se queda pensativo y duda. «Difícil pregunta... en realidad te quita más de lo que te da. Simplemente hace que te evadas de los problemas y de la realidad. Lo consumes para eso, para que los problemas no existan, y al final creas una adicción. Cuando llegas a ese punto, todo gira en torno a eso. Nada más importa».
Juan empezó a fumar caballo los fines de semana. Luego, mientras alternaba con cocaína, también lo probaba entre semana, hasta que se dio cuenta de que estaba enganchado. «Los momentos más complicados fueron cuando me quedé sin trabajo por la crisis. Yo ya consumía, pero era de forma más esporádica. También influyó el hecho de separarme de mi pareja. Entonces caí en un consumo diario», recuerda. Con 25 años, gastaba entre 50 y 150 euros diarios en heroína. Cometía robos y hurtos para poder comprar: «Me levantaba por la mañana y la única preocupación era saber dónde poder comprar. Sufría por esa necesidad de consumir».
Juan tocó fondo cuando tomó conciencia de verse solo. «Tuve el apoyo incondicional de mi familia una vez decidí dar el paso. El detonante fue verme solo, darme cuenta de que los míos me habían dejado de lado. Me echaron de casa, no me dejaron estar con ellos y eso me hizo ver las cosas tal y como eran. Creo que llega un momento en el que todo adicto se ve así. Es entonces cuando tiene que tomar la decisión de curarse».
Por fin Juan, de 30 años, dio el paso: «Me fui a Proyecto Hombre. No quise metadona, sino afrontarlo por mí mismo. Te enseñan a gestionar las cosas de manera diferente, a afrontar losproblemas y a no usar el consumo para evadirte. Estoy bien. No tengo ganas de volver a probarlo».
Juan, tarraconense y exadicto a la heroína: 'Cuando me separé y me quedé sin trabajo empecé a consumir a diario'
"El detonante fue verme solo, darme cuenta de que los míos me habían dejado de lado. Me echaron de casa, no me dejaron estar con ellos y eso me hizo ver las cosas tal y como eran"
19 mayo 2017 17:39 |
Actualizado a 21 mayo 2017 15:34
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