Jordi Collado (1982) fue escogido el pasado mes de febrero como alcaldable de los Comuns. Activista y dinamizador social, lidera la Cooperativa Combinats, que en octubre de 2022 reabrió la histórica librería La Capona.
Asume la candidatura tras un mandato «horribilis», en el que han salido del gobierno municipal y se han quedado sin los dos concejales que entraron.
Ha sido complicado, pero el espacio político está en una etapa de crecimiento. Ahora el planteamiento es el de renovar la ilusión.
Usted, de hecho, ya fue el ‘2’ de Arga Sentís (ICV) en 2011.
Sí, cuando estaba en el consejo nacional de ICV ya decía que debíamos ampliar el espacio. Por esto, con la gente de Podemos me siento más que cómodo.
¿Usted es Colauista?
Soy del equipo y del momento de Dolors Comas, que con Jordi Navarro sacó los mejores resultados en Tarragona con ICV, EUiA, la Plataforma y una mirada muy arraigada y social a los barrios.
Gobiernan en España, en la ciudad de Barcelona y deciden el presupuesto de la Generalitat. ¿Qué pasa en Tarragona?
Pues que gobernamos en la primera parte de la legislatura hasta que Pau Ricomà viró hacia la derecha con el pacto con Junts.
Carla Aguilar y Hermán Pinedo lo negociaron en nombre de En Comú Podem.
El debate del grupo municipal no se derivó a la asamblea.
¿Usted rechazaba el pacto con Junts de Tarragona?
No era una cuestión de pactar con ellos o no, sino de las políticas que hacen. Los Comuns no avalamos políticas como poner cámaras o liberalizar el horario comercial.
Pero desde 2019 han aprobado tres presupuestos y decenas de modificativos de crédito con Dídac Nadal.
Por responsabilidad y porque logramos medidas. Si no aprobábamos las cuentas habríamos perdido la bonificación del 50% del bus. ¡El gobierno municipal quería subir el billete sencillo hasta los 1,90 euros!
¿Usted participó en la negociación de las cuentas?
Estuve en el entorno, y logramos el Fons de Cooperació y abordar el remanente. No queremos repetir la gestión raquítica de 2022.
¿Qué nota le pondría a Ricomà?
Un ‘6’ hasta 2021 y, desde entonces, un suspenso. No pasa del ‘4’.
¿Por qué le suspenden?
Ha girado a la derecha. Y la CUP también.
¿La CUP gira a la derecha?
Su política de vivienda ha sido subvencionar a propietarios para lograr pisos que no se han conseguido. El año pasado sobró un millón de euros. Además, ha fiado la construcción de vivienda pública a los Next Generation. ¡Suerte que a la CUP le ha salido la lotería de la ayudas europeas con la plataforma del Miracle!
¿Dídac Nadal marca la política del gobierno municipal?
No, quien la marca es Jordi Fortuny, que es un socialdemócrata justito. ¿Dónde se repone personal? Ni en Serveis Socials ni en Nova Ciudadanía ni en Contractació, pero en cambio en Neteja se ha triplicado. Lo que queremos es girar el gobierno local a la izquierda.
¿A qué se refiere? ¿Qué prioridades se marca?
La acción social. El IMSST no llega, solo destinamos el dinero que la Generalitat nos dice que debemos gastar. Hace falta más, la crisis económica es subyacente: hay trabajadores pobres.
BCN aprobó una moratoria hotelera. ¿Aquí también?
Hay demasiados apartamentos turísticos, ¡hasta se vende patrimonio municipal para ello pese a que se expulsa a los vecinos! La mirada es muy cortoplazista.
Para tener una mirada larga hace falta un gobierno con mayoría. ¿Por dónde pasa esto?
Pasa por un gobierno progresista, no podemos seguir con cosas intermedias. Piense que será la legislatura del POUM, y aquí el acuerdo no puede ser de 14.
¿A qué partidos se refiere?
Desde el PSC hasta la CUP, pasando por ERC. Es necesario un gobierno lo más amplio posible, de 16 ó 18 concejales.
¿Se ve en un gobierno con Viñuales (PSC)?
Si tiene un programa de izquierdas con gente de izquierdas, sí.
¿Le parece de izquierdas la lista que está haciendo?
Está intentando captar los votos de CiU y de Ciutadans. Es un error, cuidado con los inventos...