Uno de los curas del Arzobispado de Tarragona, concretamente el responsable del Archivo Diocesano, ha sido denunciado por un delito de abusos sexuales. Así lo ha avanzado el Diari Ara esta mañana en su edición digital y lo ha confirmado el Arzobispado de Tarragona convocando a los medios para mañana viernes.
Los hechos investigados serían de hace dos décadas, si bien salieron a la luz el pasado mes de diciembre cuando el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, recibió una información de un posible caso de abusos sexuales por parte de un prevere.
Los hechos se remontarían al año 2000 cuando el actual archivero era vicario de la parroquia de Sant Joan Baptista de Reus. El cura señalado es historiador y la familia de la presunta víctima de este caso de abusos sexuales era una asidua de esta parroquia de la capital del Baix Camp.
Los hechos, pero, habrían pasado en el monasterio Santes Creus (en el término de Aiguamúrcia, Alt Camp) cuando la víctima fue invitada por el cura en este recinto sagrado, donde él también era rector. La víctima era mayor de edad, 18 años, apunta el rotativo Ara.
La jornada terminaba quedándose a dormir y al parecer la habitación para los dos solo tenía una cama, que deberían compartir. Allí se habrían cometido el delito al que se acusa al párroco tarraconense.
Así, el Arzobispado de Tarragona ha activado el protocolo de actuación previsto para estos casos. Y una vez terminada la investigación que se llevó a cabo en estas semanas de diciembre, se han tomado medidas preventivas.
La primera de ellas ha sido comunicar al Vaticano la denuncia y hoy mismo se ha llevado a la Fiscalía el documento para que si se considera necesaria se habrán diligencias y se investigue el presunto caso de abuso sexual de hace dos décadas.
Planellas pide que se le aplique al cura tarraconense la presunción de inocencia y ha llamado personalmente a las posibles víctimas (serían un mínimo de dos), que le han pedido respeto por su privacidad.
"Reafirmo que el Arzobispado que presido condena todo abuso sexual, de poder y de conciencia, especialmente cuando ha sido cometido por un clérigo", concluye el arzobispo tarraconense.