Ayer se presentó la nueva silla anfibia infantil. Instalada en la Platja de l’Arrabassada, su objetivo, según explica la concejal de Medi Ambient d el Ayuntamiento de Tarragona, Eva Miguel, es «dar servicio a todas las personas menores de edad hasta 50 kilos con movilidad reducida, para que puedan disfrutar de un baño cómodamente». Hasta ahora, los niños y niñas usaban las sillas para adultos, pero «eran demasiado grandes», añade Miguel.
El servicio lleva dos días a pie de playa «y ya se ha empezado a pedir y utilizar», apunta la concejal. «Esto demuestra que efectivamente había una necesidad», dice.
Eva Miguel también señala que el punto de acompañamiento de baño para personas con movilidad reducida de la Arrabassada es «un referente» pero que desde el Ayuntamiento quieren ir «hasta la excelencia». Para ello, se implementarán más recursos, de los que el consistorio no dispone actualmente. Con esa idea, Miguel avanza que el año que viene «contaremos con una partida presupuestaria para instalar un vestuario adaptado». Este también se encontrará en la Platja de l’Arrabassada y «pretende ser un punto de referencia para personas con movilidad reducida de dentro y fuera de Tarragona», concluye Miguel.
La novena silla anfibia
Con esta nueva silla, la primera infantil, ya son nueve las disponibles en las playas tarraconenses. Todas las anteriores, ocho, las detalla el referente de socorros y emergencias de la Provincia de Tarragona de la Creu Roja, Joan Carles Castellví: «Hay tres en la Arrabasada y una en el Miracle, la Savinosa, la Llarga, La Móra y Tamarit. Castellví explica que el último año, a causa del coronavirus, el servicio fue usado un centenar de veces. Este año, por otra parte, esperan recuperar los números previos a la pandemia, que alcanzaban los 200 usos, y avanza que «vamos por buen camino».
Entorno a las afectaciones por la Covid, destaca que el funcionamiento ha cambiado. «El año pasado era el familiar del usuario el que lo ponía en la silla y lo llevaba dentro del agua». En cambio, este año «los socorristas ayudan al usuario y lo introducen en el agua». Se recomienda que durante el baño, la persona con movilidad reducida sea acompañada por un familiar. Pero, si no puede ser así, «lo acompañará alguien de la Creu Roja». Vista la mejoría de la situación pandémica, tampoco es estrictamente necesario pedir cita previa para hacer uso del servicio.
Frente a la posibilidad de instalar más sillas anfibias, la concejal Miguel señala que «si vemos que hay una demanda, las adquiriremos sin problemas». Cabe destacar que, además de las sillas, las playas también disponen de muletas para entrar en el agua. Estas, al tener un pie más ancho que las regulares, no se hunden y permiten entrar dentro del mar con facilidad.