A finales del mes de marzo se completó la instalación de 587 sensores de detección de ocho sustancias tóxicas en los polígonos Nord y Sud del Camp de Tarragona y en la zona del Port.
Una instalación que se ha alargado, ya que la previsión era que estos trabajos finalizaran durante el mes de febrero. No obstante, se alargó la tramitación de permisos para instalar los últimos siete aparatos que quedaban pendientes.
Después de la instalación, se ha iniciado la fase de comprobación, que servirá para verificar que los sensores se comunican correctamente con el Centre de Coordinació Operativa de Catalunya (CECAT) de Protecció Civil, asegurar que los datos se reciben adecuadamente y analizar sus resultados.
En este proceso, también se revisará si es necesario algún ajuste en la distribución de las barreras de sensores y se garantizará la correcta calibración de los aparatos.
Una vez completada esta fase, se trabajará en la revisión y adaptación del Plaseqta para incluir el uso operativo de los sensores en la gestión del riesgo químico desde el CECAT.
¿Qué miden estos sensores?
Las ocho sustancias tóxicas que se detectarán son el dióxido de azufre, el óxido de etileno, el sulfuro de hidrógeno, el cloro, el amoníaco, el cloruro de hidrógeno, el fosgeno y el acrilonitrilo.
Estas sustancias son las que pueden producir accidentes con nube tóxica que afecte al exterior de las empresas incluidas en la directiva Seveso, relativa al control de los riesgos en accidentes graves en los que intervengan elementos peligrosos. En total, hay 175 sensores en el Polígon Nord y 412 en el espacio que ocupan el Polígon Sud y el Port.