Ocho denuncias al día por violencia de género en Tarragona

Se produjo un aumento del 9,6% en 2023, el segundo año con más demandas desde que empezaron a contabilizarse en 2009. Las expertas apuestan por incidir en la prevención y en la concienciación

20 julio 2024 10:57 | Actualizado a 21 julio 2024 07:00
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La violencia machista no se reduce tan solo a las muertes. De hecho, son la punta de un enorme iceberg: que haya habido más muertes o menos no significa que la violencia haya crecido o haya disminuido, ya que este tipo de agresiones se producen desde muchos puntos de vista.

De hecho, 2023 fue el segundo año con más denuncias desde 2009 –2017 fue el primero–. La directora general per a l’erradicació de les violències masclistes, Laia Rosich, explica que «cuando se han puesto más medios a disposición, han emergido casos que hace unos años permanecían ocultos».

Fuente: Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género

Un problema social

Pilar Casas, abogada y especializada en casos de violencia contra la mujer, recuerda que «durante una época, hubo un discurso que fue más unitario, pero, cuando aparecen los partidos de extrema derecha con ideas demagógicas, que dicen que esto no existe y que calan y no sé por qué, parece que los comportamientos machistas y violentos se ven como menos graves de lo que realmente son».

Es un ingrediente que forma parte de una cuestión social: que la violencia a nivel general también está aumentando durante los últimos meses.

En el ámbito de género, «es muy importante fijarse en la violencia que depende de una discriminación estructural hacia las mujeres, que se encuentra en muchos lugares y en muchas causas», remarca Neus Oliveras, profesora de Dret Constitucional en la Universitat Rovira i Virgili (URV) y especialista en cuestiones de igualdad de género.

Desde 2012, ha habido 97 hijas o hijos que han quedado huérfanos a causa de un asesinato machista

Rosich comenta que «se cumplen veinte años de políticas de igualdad, pero también hay que entender que la carrera enfrentada es muy de fondo». «Últimamente, la Generalitat ha aumentado el presupuesto en este sentido y apostado por las políticas de prevención», añade. En este sentido, las herramientas que recuerdan los feminicidios se han reforzado en los últimos años.

¿Qué puede hacerse?

Llegados a este punto, la pregunta es clara: ¿Qué hay que hacer para evitar que esta lacra vaya a más? Algunas personas optan por incidir en la concienciación y otras por endurecer el Código Penal. Por su parte, Casas manifiesta que «lo importante no es que la pena sea más o menos dura, sino que todas las personas que cometen este tipo de actos sean juzgadas y condenadas».

«Se cumplen veinte años de políticas de igualdad, pero también hay que entender que la carrera enfrentada es muy de fondo», Laia Rosich, directora general per a l’erradicació de les violències masclistes

La abogada lo expone de esta forma porque, según indica, «un porcentaje muy pequeño de las denuncias que se presentan llegan a enjuiciarse y, de las que se enjuician, también pocas acababan en condena». «Yo me he encontrado con un caso en el que la víctima fue a denunciar un maltrato de toda una vida y le dijeron que se centrara en el último episodio», recuerda.

Por lo tanto, para Casas, «el camino es la concienciación de la sociedad y de todos los actores que operan en este tipo de casos». Oliveras se muestra de acuerdo: «Está demostradísimo que combatir los feminicidios a golpe de Código Penal no funciona porque no está pensado para las víctimas y, además, no disuade a los agresores de continuar matando».

Las expertas indican que combatir los feminicidios a golpe de Código Penal no funciona

De la misma forma, Rosich expone que «la solución real es la que engloba cambio educacional y cultural, ya que hay muchos tipos de machismo que están normalizados».

La profesora de Dret Constitucional de la URV apuesta por «educar, formar y concienciar a toda la población y a los agentes que toman parte en estos casos con una perspectiva de género, ya que los jueces, los fiscales, los policías, los sanitarios, los servicios sociales... deben ser capaces de detectar cuándo se dan casos de violencia de género».

«Está demostradísimo que combatir los feminicidios a golpe de Código Penal no funciona», Neus Oliveras, profesora de Dret Constitucional en la URV y especialista en cuestiones de igualdad de género

Eva Zafra, profesora del Departament d’Antropologia, Filosofia i Treball Social de la URV, indica que «todavía hay trabajo por delante», que «hay que incidir en estrategias de prevención» y que «debe llevarse a cabo un seguimiento más exhaustivo de los casos detectados».

La violencia vicaria

«En el momento en el que pones protección a las víctimas, las personas que agreden buscan otros medios, y por eso aparecen casos como los relacionados con la violencia vicaria». Se trata de una forma por la cual los hijos e hijas de las mujeres víctimas de violencia de género son instrumentalizados como objeto para maltratar y ocasionar dolor a sus madres.

Algunas personas optan por incidir en la concienciación y otras por endurecer el Código Penal

Por otro lado, Zafra comenta que los hijos e hijas también están en el foco de las consecuencias de los crímenes de género: «Lo que implica un feminicidio va mucho más allá de la propia muerte». De hecho, desde 2012, ha habido 97 hijas o hijos que han quedado huérfanos a causa de un asesinato machista en Catalunya.

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