Cuatro familias de El Catllar, todas con hijos pequeños, estarán un tiempo sin volver a sus casas. Compaginan la búsqueda de un alojamiento durante las próximas semanas con los trabajos para arreglar, en la medida de lo posible, los destrozos que las lluvias torrenciales de ayer provocaron en sus casas. Sus viviendas están ubicadas en la urbanización Parc Llevant, junto a la British School Costa Daurada del Catllar, y al lado del Barranc de la Móra.
Si bien el temporal del viernes afectó a muchos barrios, las consecuencias fueron muy graves en esta pequeña zona residencial. Los afectados denuncian que, con las obras de la carretera TP-2039, a cargo de la Diputació de Tarragona, se creó una carretera alternativa que, con la bajada del agua por el barranco, hizo la función de presa, provocando que toda el agua se estancara y subiera hasta niveles de varios metros. «Pudimos salvar nuestras vidas, los coches y las motos, el resto está todo destrozado», lamentaba uno de los vecinos, que señalaba que los daños son graves: «Las paredes, los muebles, los suelos, humedades... se tendrá que rehacer todo, y en menos de dos meses no estará, además de costar entre 45.000 y 50.000 euros, calculo». Los vecinos han hecho una denuncia colectiva pidiendo que se depuren responsabilidades.
Por su parte, desde la Diputació de Tarragona explicaban ayer que «estamos analizando qué papel tuvieron nuestras obras en esta situación». Desde la Diputació ya se reaccionó el mismo viernes, modificando el paso provisional por si volvía a llover igual.
