Ayer fue la entrega de premios de la novena edición del Tarragona dTapes entre estrellas Michelín, nostalgia y un poco de crítica social. Los restaurantes La Pepita, Cal Mano y Octopussy recibieron los tenedores de plata, mientras que el restaurante Cócvla, ubicado en el hotel Urbis, recibió el tenedor de oro, nombrado Albert Abelló en honor al exconcejal de la ciudad precursor del proyecto.
Lo logró gracias a su tapa Picardía de ravioli. Virginia Morcillo, dueña del Octopussy, denunció la situación de El Serallo, que está muy alejado del centro y eso perjudicó que bajara más gente.