El primer presupuesto de Pau Ricomà prevé un superávit municipal de 475.000 euros

ERC, Comuns, JxTGN y CUP avalan unos números en los que el Interventor advierte que la subida de la plusvalía requerirá de «informes trimestrales» para evaluar su cumplimiento

20 diciembre 2019 19:30 | Actualizado a 09 enero 2021 18:56
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El primer presupuesto del alcalde Pau Ricomà (ERC) al frente del Ayuntamiento de Tarragona prevé un superávit municipal de 475.000 euros. Así lo pone de manifiesto el informe del Interventor General que está incluido en las cuentas que ayer fueron aprobadas por el equipo de gobierno (ERC-En Comú Podem), junto a los apoyos de Junts per Tarragona y de la CUP y la oposición de PSC, Ciutadans y el PP.

En total, contando la estructura del Ayuntamiento, de los patronatos, de las empresas municipales y de las compañías mixtas, los ingresos previstos para 2020 ascienden a un montante global de 215,4 millones de euros, mientras que los gastos contemplados son de 214,9 según se especifica en el informe del alto funcionario. Esta predicción sitúa el resultado positivo esperado por los técnicos de la Plaça de la Font en los 475.058 euros, una cifra inferior a los 583.600 dibujados en las cuentas de 2019.

La clave: las dos mixtas

Por estructuras, cabe señalar que es en las empresas mixtas donde se espera un mejor balance, con un resultado positivo de 416.886 euros entre Serfumt –Serveis Funeraris– y Ematsa, de los cuales repercuten en un 51% a manos municipales –212.611 euros–. Asimismo, Smhausa –que es el Servei Municipal de l’Habitatge– apunta a un superávit de 185.300 euros, mientras la Empresa de Desenvolupament Econòmic– 24.000–, Aparcaments Municipals –11.400– y Mitjans de Comunicació –10.700– también cerrarán en positivo. Asimismo, Ayuntamiento, Turisme, Serveis Socials, Esports, Espimsa, EMT y AIE mantendrán el equilibrio presupuestario, según las cuentas que pasaron ayer por el Saló de Plens.

En términos globales, el Ayuntamiento llevará a cabo una aportación de 28,8 millones de euros a las empresas municipales. Serveis Socials –11,1–, la EMT –8,7– y Espimsa –3,9– son las empresas que contarán con una mayor implicación municipal, seguidas del Patronat d’Esports –1,9– y de Turisme –1,6–. El gasto en la estructura satélite ascenderá un 5,6% respecto a los 27,3 millones de 2019.

7,3 millones más en ingresos

Paralelamente, entre impuestos y tasas, el Consistorio prevé ingresar en 2020 un montante global de 120,1 millones de euros, una cifra que es un 6,4% y 7,3 millones superior a los 112,8 previstos para 2019. La mayor parte de estos ingresos vendrán por los tributos directos, especialmente del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), por el que se cobrará 1,9 millones más que lo previsto para este año. Parte de este aumento, además del recargo del 50% por los inmuebles desocupados, se debe «a la actualización del incremento del valor catastral», según afirma el Interventor General en su informe. En global, se pasará de un cobro de 48,7 millones a los 50,6 previstos para 2020.

La otra gran subida será la de la plusvalía, un tributo por el que casi se doblará la recaudación, tras el anuncio de que se disparará más de un 30% el próximo año, en una decisión que ayer pasó por el pleno y que, además del gobierno, fue avalada por Junts per Tarragona y CUP. Para 2019, la cifra prevista de cobro era de 3,6 millones, una cantidad que aumentará en un 90% el próximo año, hasta llegar a los 6,8 millones de euros..

Precisamente, en su informe, el interventor especifica sobre el impuesto que grava el incremento del valor de la naturaleza urbana «deberá comprobarse trimestralmente el cumplimiento de los ingresos previstos», ya que «en caso de que se detecte un incumplimiento en su ejecución, deberán aprobarse las retenciones de crédito para evitar el efecto que puede ocasionar en el equilibrio presupuestario y en el objetivo de estabilidad presupuestaria y de sostenibilidad financiera».

«Es el inicio del cambio»

El alcalde de Tarragona, Pau Ricomà (ERC), destacó ayer que la aprobación del presupuesto «supone el inicio del cambio», y enfatizó que el OK a las cuentas se lleva a cabo «por el camino más difícil, pese a que teníamos mayoría con otros partidos».

Laia Estrada (CUP) materializó ayer el «sí crítico» de su formación, lamentando que «los cambios que vemos en las cuentas solo son quirúrgicos. No son nuestros presupuestos, es el tercer acto de fe que hacemos tras la investidura y el intento por formar gobierno».

La subida de la plusvalía generó las críticas de la oposición. «Hemos sido responsables en los otros tributos, pero en este la previsión es artificial para cuadrar las cuentas», criticó Pau Pérez (PSC), mientras que Rubén Viñuales (Cs) reivindicó que «ser valiente no es subir impuestos, sino reducir gasto superfluo». El líder de la formación naranja alertó, asimismo, que en el caso de la plusvalía «igual se deberá devolver todo lo ingresado en función de lo que diga el Constitucional».

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