Un viaje accidentado por carreteras tarraconenses podríamos decir que es la semilla del último libro de Manolo García; sí, sí, el mismo que medio planeta conoce por sus canciones y su grupo junto a Quimi Portet, El Último de la Fila. «Un buen día conduciendo por la zona de Amposta empezó a arder el coche y muy lejos de enfadarme, me aparté, llamé a la grúa, esperé paciente a que llegara y mientras me puse a escribir relatos. Cuando me di cuenta ya llevaba un par de cosas interesantes para mi nuevo libro, el primero de relatos, y seguí escribiendo hasta terminarlo», así lo contó el propio Manolo en su visita a Tarragona, donde estuvo presentando Títere con cabeza, su cuarto libro.
«Cuando decidí ser músico empecé a ser feliz. Desde los 13 a los 29 años trabajé en 19 trabajos diferentes. Hacer lo que a uno le gusta es clave»
Manolo García llegó de la mano de la librería La Capona, que organizó un encuentro con el artista para conocer los entresijos de su nueva creación literaria y saber algo más de su vida, ya que es un tipo que no se prodiga demasiado.
Otro García, su buen amigo y fan Ricard, fue el encargado de conducir la charla, aunque hay que apuntar que Manolo se iba del tema todo el rato y acababa todas sus intervenciones diciendo: «¿Esto por qué lo decía, a qué venía?», y claro, nos sacaba unas buenas risas.
Títere con cabeza son 22 historias en clave de humor, no le falta la sátira a sus críticas de temas cotidianos y hace una reflexión de la vida que llevamos, queriendo dar valor a las cosas más sencillas de la vida. «No hay tantas cosas a hacer en la vida, lo principal es estar bien porque sufrimos por demasiadas tonterías. Yo en esta tarde de charla con vosotros siento que ya hemos triunfado», apuntaba García.
La idea era hablar de secretillos de los relatos, pero totalmente al contrario de la famosa frase de Francisco Umbral «he venido a hablar de mi libro...» a Manolo García le gusta hablar de la vida, de las injusticias, de lo mal que lo hacen los políticos, del cambio climático, de la gente joven, de lo mucho que trabajamos y de muchas más cuestiones que preocupan a la sociedad.
«Yo de los 13 a los 29 años trabajé en 19 trabajos porque no me gustaba nada. Cuando decidí ser músico empecé a ser feliz. Trabajar de lo que a uno le gusta es la clave, si no te conviertes en un esclavo y eres totalmente infeliz y la vida está para vivirla bonita».
A Manolo García le gusta hablar de la vida y de las injusticias
El público pudo interactuar y Manolo respondió a todo. Incluso le preguntaron qué haría él para mejorar el planeta. «¿Qué os parece si los que estamos hoy aquí nos independizamos del resto?, ¡estaría bien, eh!, porque estamos hartos de pagar a señores que no nos salvan y quienes mandan han hecho nacer en nosotros una gran desafección. Siguen metiendo la gamba y no se va ninguno de su puesto».
Después de una horita de charla amable, Manolo se quedó a firmar todos los libros que traía la gente y casi nos dan las uvas. El del Poble Nou levantó el culo de la silla casi 3 horas después y eso es de agradecer. La gente se fue feliz con su autógrafo y foto para el recuerdo.