El Ayuntamiento de Tarragona negocia con la Generalitat de Catalunya que el Palau d’Esports del Anillo Mediterráneo albergue tres ciclos formativos relacionados con el deporte. Según ha podido saber el Diari, la voluntad del Consistorio es que el recinto situado en el complejo deportivo de Campclar cuente, en horario de mañana, con dos grados superiores y uno de medio a partir del curso 2022/23.
«Uno de los pilares fundamentales para lograr un deporte de calidad es que nuestros técnicos estén bien formados. Por esto queremos que el Palau se convierta en un centro de enseñanza de diferentes formaciones deportivas», afirman a este periódico fuentes del Patronat Municipal d’Esports, las cuales señalan que las conversaciones con el Departament d’Educació se centran en tres grados que en estos momentos se están ofreciendo en el Institut Cal.lípolis, y que suman unos 170 alumnos: Cicle formatiu superior d’Ensenyament i Animació Sòcioesportiva; Grau Superior en Condicionament Físic (Fitness & Wellness); y Cicle formatiu de Grau Mitjà en Conducció d’Activitats Físiques i Esportives en el Medi Natural.
Triple uso a final de año
Según se indica desde el organismo deportivo municipal, el planning de usos previsto para el equipamiento del barrio de Ponent se centrará en una triple actividad: por la mañana, formación; y, por la tarde, destinar el recinto «para dar solución a los clubes con un espacio multifuncional», ya que «se ganarán tres pabellones en uno», lo que habilitará que puedan triplicarse los actuales mil usuarios de entidades deportivas que actualmente entrenan en las instalaciones de Campclar. La puesta en marcha del pabellón –prevista para finales de año, una vez haya acabado la tramitación administrativa con el Govern y la vacunación masiva de la Covid haya llegado a su fin– permitirá la llegada de 2.500 nuevos deportistas semanales.
La tercera pata que el gobierno municipal se plantea para el Palau es la de «acoger eventos de nivel», así como «concentraciones deportivas». En este sentido, las fuentes consultadas recalcan haber recibido ya el interés «de varios agentes».
Para todo ello, sin embargo, el Consistorio deberá impulsar los 480.000 euros en inversiones que aún faltan por ejecutar en el espacio, que desde este viernes y hasta el 30 de septiembre será usado por el Departament de Salut para inocular unas 21.000 dosis semanales. Será a partir del 1 de octubre, pues, cuando se podrían iniciar las primeras obras para colocar todo el parqué, instalar las cortinas separadoras y adquirir el material deportivo necesario para abrir diariamente un pabellón que costó 18 millones de euros y que, desde hace 34 meses, solo ha sido usado para actos eventuales sin solución de continuidad. De momento, los presupuestos para este año solo contemplan una partida de 190.000 euros.
El PSC quiere INEFC
Las formaciones de la oposición reclaman que, tras la vacunación masiva de la Covid, el recinto «sea abierto a las entidades y la ciudadanía». Desde el PSC, Berni Álvarez avala que el equipamiento cuente con uso formativo, si bien considera que el gran objetivo debería ser atraer los estudios de INEFC. «Muchos tarraconenses deben irse cada año a estudiarlo fuera de la ciudad. Aquí ahora lo tenemos todo para contar con estos estudios», indica el edil de la formación socialista, quien añade que el complejo de Campclar «también podría acoger cursos de entrenadores de niveles superiores», y recuerda que «yo mismo tuve que ir a Zaragoza y Barcelona a hacerlos».
Desde Junts per Tarragona, que en breve podría formar parte del gobierno municipal, Dídac Nadal exige que el equipamiento «debe ser de uso ciudadano y municipal tan pronto como sea posible», a la vez que reitera que «no nos opondremos a cualquier actuación orientada a dar un uso al Palau d’Esports».
Francisco Domínguez, de Ciutadans, cree que «la ciudad debe capitalizar ya los beneficios de esta infraestructura y que el consistorio pueda gestionar los usos, competiciones o entrenamientos de equipos de la ciudad». A juicio del representante naranja, «tener un recinto deportivo moderno y con una programación estable es una manera de dar prestigio a los ciclos formativos en actividad física y deporte pero también de alimentar al deporte base con profesionales bien formados».
Eva Miguel (CUP), reclama también que «se dé un uso a esta gran runa que es el Palau», a la vez que indica que «sería una muy buena noticia» que el equipamiento también se destinara para fines formativos. «Queremos recordar el compromiso para desarrollar actividades educativas relacionadas con el medio natural en el entorno del lago del Anillo Mediterráneo», indica Miguel, quien remarca «que sería una iniciativa que acercaría a las escuelas de Ponent y ayudaría a entender el medio natural».
Finalmente, José Luis Martín (PP) considera que la instalación «debería abrirse a los vecinos y clubes de la ciudad». Además, el portavoz del partido conservador pone de manifiesto la necesidad de «realizar acciones conjuntas con el Patronat de Turisme para potenciar el turismo deportivo».