El futuro Hospital Joan XXIII de Tarragona contará con una rambla cubierta y con dos plazas de zona verde. Así lo explicaron ayer los representantes de la sanidad catalana, quienes visitaron la ciudad con un mensaje claro: el nuevo equipamiento ya está en marcha y la partida presupuestaria comprometida. A principios de febrero, se escogió el proyecto ganador después de un concurso de ideas donde participaron varios despachos de arquitectos. La idea es derruir aquellos edificios que están prácticamente obsoletos y construir uno de nuevo. Las obras de la primera fase –la más importante– empezarán a medianos de 2020 y acabarán en el 2023. Los trabajos no afectarán al funcionamiento habitual del hospital.
La fisonomía del equipamiento cambiará radicalmente. Y es que está previsto que se sustituyan los edificios que ya no tienen arreglo, como es el caso de la actual manzana central del hospital. Es decir, la puerta de entrada. La mayor parte de servicios se ubicarán donde hoy en día se encuentra el helipuerto. Será un edificio de 40.000 euros, que acogerá la hospitalización, el bloque quirúrgico, los servicios de soporte clínico, como por ejemplo el Banc de Sang y el Diagnòstic per la Imatge, entre otros. También contará con los despachos y oficinas y con los servicios generales, como la cocina o la lavandería.
Todo esto está previsto en la primera fase del proyecto, que cuenta con un presupuesto de 48,5 millones de euros, previstos en el Pla Econòmic i Financer d’Infraestructuras.cat, aprobado en junio de 2018.
Hace justamente un año, la Generalitat abrió el concurso de ideas para la elaboración del proyecto del nuevo hospital. Se presentaron un total de 14 propuestas, de las cuales el jurado seleccionó solamente las seis mejores. Finalmente, en febrero de este año, se escogió el proyecto ganador, con el lema Entre Places, realizado conjuntamente por los despachos de arquitectura Sanabria&Planas-Gallego Arquitectos, CDB Arquitectura, SPL i Mario Corea Arquitectura SLP. Ellos son los encargados de redactar el anteproyecto global del nuevo hospital y también el proyecto ejecutivo de la fase 1 de la ampliación. «Antes de empezar con los trabajos de la primera fase, ya sabremos cómo será el resultado final. Se trabajará simultáneamente», aseguraba ayer la consellera de Salut, Alba Vergés.
Dejando a parte la construcción del nuevo edificio central, la fase 1 también contempla la creación de una rambla cubierta con placas solares y que atravesará todo el complejo sanitario. Además, también están previstas dos plazas, con zonas verde, tanto delante como detrás del edificio principal. «Esto aportará un ambiente agradable y acogedor, tanto para los pacientes, como para los trabajadores», explica Vergés. Finalmente, se habilitará un párking para los empleados. «En esta fase será cuando se verá el cambio real del equipamiento, es la más importante de todas», asegura la titular del Departament de Salut.
El timing
Actualmente, el equipo de arquitectos está redactando los dos proyectos. Los trabajos de la primera fase empezarán a mediados del 2020 y se alargarán durante un período de tres años. A principios de 2023, se dotará al equipamiento de la tecnología punta del momento. Entonces será el turno de las siguientes fases.
En la segunda se derruirán los edificios existentes, como el principal (B1) y el A, donde actualmente se encuentran las consultas externas. Se trata de las dos construcciones más antiguas y obsoletas del recinto. En esta misma fase se levantarán nuevos edificios, como los referentes a la administración, al ambulatorio y a la dirección médica. También se ampliará la cafetería existente. Finalmente, en la tercera fase se construirán los edificios de docencia y de investigación. Está previsto que el hospital esté totalmente listo en 2025. Ahora bien, las dos últimas fases no cuentan aún con una partida presupuestaria que garantice su ejecución.
Inversión segura
Distinto es el caso de la primera fase. El vicepresidente del gobierno de la Generalitat y conseller d’Hisenda, Pere Aragonès, aseguró ayer que la partida de 48,5 millones de euros está más que asegurada. No corre peligro. Y esto es gracias al Pla Econòmic i Financer d’Infraestructuras.cat, que se aprobó el año pasado y que por lo tanto no puede modificarse. «El nuevo Hospital Joan XXIII era una reclamación justa», aseguraba ayer Aragonès, quien añadió que «no venimos a presentar un compromiso. Venimos a anunciar que ya se está haciendo».