El Estado aún no ha ejecutado ninguno de los proyectos del traspaso de carreteras en Tarragona

El carril bici de Llevant y la ampliación del puente del Francolí son las primeras actuaciones que tenían que iniciarse, según el acuerdo de hace dos años. Todavía no tienen fecha

09 febrero 2025 18:13 | Actualizado a 10 febrero 2025 07:00
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El Estado todavía no ha iniciado ninguna de las inversiones que tenía que poner en marcha para el traspaso de carreteras. Cuando está a punto de cumplirse el segundo aniversario del acuerdo entre el Ayuntamiento de Tarragona y el Ministerio de Transportes, que se presentó el 17 de marzo de 2023, aún no se ha aprobado definitivamente el proyecto correspondiente a la primera fase de los trabajos.

Es el que hace referencia a la ampliación del puente del Francolí, el carril bici de Llevant y la instalación de pantallas acústicas en la A-7. Unas actuaciones que tenían que suponer un impulso definitivo para la movilidad sostenible de la ciudad.

Según el Ministerio de Transportes, el documento está pendiente de aprobarse definitivamente tras introducirse las alegaciones que se hicieron y que comportaron un cambio sustancial en el proyecto. Este vino a raíz de una observación que hizo el camping Trillas, en la que se cuestionaba que el futuro carril bici pudiera pasar por encima de la vía del tren en el tramo entre La Móra y Altafulla.

Valorando la seguridad de la solución que se había adoptado, el Ministerio aceptó la alegación. Así, decidió que en una primera fase esta plataforma tan solo llegaría hasta La Móra y, posteriormente, tendrá una continuidad con un nuevo paso elevado sobre la vía del tren. Según el Ejecutivo Central este cambio es el que ha demorado esta aprobación que, según se apunta, «tiene que ser ya», para que pueda procederse con la tramitación prevista.

«Va muy lento, pero debemos tener en cuenta que son proyectos muy grandes que han recibido muchas alegaciones y que tienen más entidad de lo que parece», indica el concejal de Urbanisme del Ayuntamiento de Tarragona, Nacho García Latorre.

El presupuesto de esta primera fase alcanza los 8,4 millones de euros. Entre las actuaciones más esperadas está este nuevo vial segregado para bicicletas y peatones junto a la N-340. En total son casi ocho kilómetros de nuevo carril bici que enlazarán la última rotonda de la Via Augusta con las urbanizaciones de esta parte de la ciudad, además de la zona de playas y los campings.

«Es una actuación que tiene mucha importancia para la cohesión de Llevant, teniendo en cuenta que es una carretera que antes tenía un tráfico muy importante», asegura el cuarto teniente de alcalde.

Este es un proyecto que tiene que financiarse con los fondos Next Generation y el plazo para la ejecución de los trabajos vence en junio de 2026. No obstante, desde el Ministerio ya se avanza que «hay dotación económica para que pueda seguir adelante, en el caso de que no se llegue a tiempo según el calendario previsto».

La idea es que tan pronto como haya la aprobación definitiva del proyecto pueda sacarse el contrato a licitación. Asimismo, también se asegura que mientras se estén ejecutando los trabajos de esta primera fase se empezará con la reacción del proyecto entre La Móra y Altafulla, para que pueda cumplirse con el acuerdo entre ambas administraciones.

Ponent-centro

La no aprobación de este proyecto también bloquea la instalación de pantallas acústicas en un tramo de 852 metros en la A-7. Una demanda que se incluyó a raíz de las peticiones de los vecinos, molestos por el ruido del tráfico de la autovía. Finalmente, también está la ampliación del puente del Francolí, con una nueva ala para que puedan pasar las bicicletas y peatones, mejorando las conexiones entre el centro de la ciudad y los barrios de Ponent.

Estas tres inversiones representan el grueso del pacto que se selló, que era más ambicioso, alcanzando en total una inversión de 12,9 millones de euros.

En el segundo paquete de actuaciones se incluyó la mejora del firme de la N-340a y de la N-340b, que ahora mismo están en muy mal estado. En este caso, la actuación se presupuestó en 1,5 millones, ya que también se incluyó la habilitación de aceras y una mejora del alumbrado público en todo el entorno del tanatorio.

Al respecto, el edil socialista asegura que la redacción del proyecto se está trabajando en una comisión técnica de seguimiento entre el Ayuntamiento y el Estado, y que este ya se encuentra en un estado «muy avanzado». Entre las peticiones de la administración local está que «se preserven los árboles» junto a la carretera, de forma que adquiera una estética similar a un paseo, lo que va en la línea de la cohesión de ciudad que quiere impulsarse en este ámbito.

¿Y la T-11?

La tercera fase es la que todavía está más verde. Esta se presupuestó en tres millones y hace referencia a la humanización de la T-11. «Veremos si podrá hacerse con aceras, con un carril bici o ambas cosas, porque tenemos que ver qué nos cabe», indica García Latorre. Este asegura que esta transformación quiere ir en la línea del futuro POUM, en la que la carretera entre Tarragona y Reus «gana protagonismo».

«Esperamos que pueda empezar cuanto antes y que ya el año que viene podamos empezar a recibir los primeros tramos», concluye García Latorre. Y es que, a medida que las obras estén acabadas el Ayuntamiento irá recepcionando los diferentes tramos, para que la administración local asuma en adelante su mantenimiento.

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