El hub de fútbol previsto en Mas de la Creu, en el límite entre la ciudad de Tarragona y El Catllar, sigue adelante pese a la oposición del Saló de Plens. Así lo asegura al Diari el portavoz del grupo promotor, José Antonio Naranjo, quien indica que los responsables de Tarraco Esports «están en contacto con los técnicos municipales para cumplir con todos los parámetros necesarios».
El objetivo del proyecto es construir un complejo deportivos con entre seis y nueve campos de fútbol, afectando a una superficie de 33 hectáreas de terrenos que son propiedad del Arzobispado de Tarragona, con quien la firma promotora firmó un acuerdo el pasado mes de enero.
La idea de los impulsores es que los 400 futbolistas de la Escola de futbol del Col·legi Sant Pau Apòstol, que ahora juegan en Camplar, puedan usar estas instalaciones en el futuro, tras una inversión de cinco millones de euros.
Además de los campos de fútbol, el proyecto incluye un aparcamiento para 300 vehículos, una estación depuradora y un edificio de unos mil metros cuadrados. «Es un proyecto a largo plazo que no será solo de fútbol, sino para disfrutar de todo el entorno natural», indica Naranjo, quien califica como de «normal» las críticas que el proyecto ya ha recibido por parte de vecinos, entidades ecologistas y de los ayuntamientos de Tarragona y El Catllar. «Lo respetamos, pero están mal informados. Será un proyecto beneficioso para la ciudad y toda la comarca», recalca.
Naranja afirma que el plan se encuentra todavía en un estado «muy embrionario», y que los arquitectos «están siguiendo las directrices del Ayuntamiento y de la Diputació para que el proyecto sea completamente sostenible y respetuoso».
Por ello, desde Tarraco Esports no se marcan todavía ningún calendario para que las instalaciones puedan entrar en servicio. «Iremos por fases, muy poco a poco para que todo sea correcto y para que nadie pueda decir que atentamos contra la naturaleza», añade Naranjo.
«Buscar alternativas»
Durante las últimas semanas varias han sido las voces que se han expresado en contra del plan. Desde vecinos al Ayuntamiento de El Catllar, pasando por la plataforma contraria al proyecto y el propio Ayuntamiento de Tarragona.
De hecho, en el pleno municipal del pasado 22 de julio se aprobó una moción presentada por ERC y ECP para paralizar la tramitación «por su grave impacto ambiental y social en la Anella Verda». El texto de republicanos y progresistas fue avalado por Vox y los no adscritos, mientras que contó con las abstenciones de PSC y Junts. Solo el PP votó en contra.
La moción pedía que el Ayuntamiento suspendiera temporalmente el otorgamiento de licencias en el ámbito de Mas de la Creu, así como que el gobierno municipal negociara con los promotores una ubicación alternativa «n espacios en desuso cercanos al Anillo Mediterráneo de la zona de Ponent».