El Ayuntamiento de Tarragona impulsa las primeras viviendas en el ámbito del Pla Parcial 10, entre los barrios de Bonavista y Campclar. En concreto, estas ocuparán una de las fincas de titularidad municipal entre el Palau Municipal d’Esports y la T-11, donde se levantarán dos edificios que en total sumarán 192 pisos, que se destinarán al alquiler social y asequible.
«Ponemos en marcha una promoción de vivienda pública de calidad, innovadora y sostenible, que representa un cambio de modelo», afirmó el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, durante el acto de presentación. El proyecto se pone en marcha a raíz del acuerdo entre el Servei Municipal de l’Habitatge i Actuacions Urbanes SA (Smhausa) y la Fundació Salas, una entidad sin ánimo de lucro homologada por la Generalitat de Catalunya como promotora social.
Con esta alianza –que esta maña deberá aprobarse en la junta general de la empresa pública municipal– el consistorio adjudicará a la promotora el derecho de superficie sobre el solar por un periodo de 75 años, prorrogable hasta los 99 años. La Fundació Salas se encargará de la fase de construcción y aportará los recursos económicos necesarios, teniendo en cuenta que la inversión total asciende a 28.850.000 euros y que el proyecto cuenta con una ayuda europea de los fondos Next Generation, por valor de 6,9 millones de euros.
Ya en la última fase entrará en juego un tercer actor, la Fundació Nou Lloc, que se encargará de la parte de la gestión «bajo la tutela de Smhausa». Y es que, según concretó el alcalde, «nunca dejará de ser público».
Viñuales puso en valor que con el impulso de esta promoción «estamos aportando soluciones a un problema muy importante, como es el de la vivienda, del que no escapa Tarragona».
El 25% de los pisos estarán reservados para jóvenes de menos de 35 años, de esta forma el Ayuntamiento asegura que quiere evitar que «estos tengan que marcharse» de la ciudad por falta de vivienda. Asimismo, otro 25% estarán destinados a personas de más de 65 años o con una discapacidad.
Las viviendas se construirán en el solar conocido como M3, con una superficie de 3.526 metros cuadrados. Estos se distribuirán en dos bloques, de planta baja más tres alturas en la parte más baja y de hasta catorce pisos en la más alta. Estos dispondrán de una, dos y hasta tres habitaciones, de forma que los más pequeños tendrán una superficie mediana útil de entre 41 y 44 metros cuadrados; los de dos habitaciones tendrán entre 50 y 57 metros cuadrados y en el caso de los de tres habitaciones podrán llegar hasta los 77 m2.
Aparte de la zona de viviendas, los edificios tendrán tres locales comerciales, plazas de aparcamiento y trasteros. Los bloques dispondrán de una doble calificación energética AA gracias al diseño y a unas instalaciones con energías renovables. Asimismo, estos también dispondrán de una zona comunitaria con zonas ajardinadas. «Queremos evitar que los jóvenes se vean obligados a marcharse de la ciudad y que puedan acceder a unas viviendas de calidad», argumentó el máximo responsable municipal, quien también puso en valor que esta nueva promoción «contribuye a reducir los desequilibrios territoriales, garantizando a todo el mundo el acceso a una vivienda digna».
El precio del alquiler será de 6,33 euros al metro cuadrado útil, por debajo del precio de mercado y de protección oficial, aunque tendrá que actualizarse de acuerdo con el IPC. Esto supondrá que las viviendas de dos habitaciones tendrá un precio de 334 euros, mientras que las de tres saldrá a partir de los 466 euros. A esta suma habrá que añadirle los costes comunitarios y un coste adicional de 76 euros mensuales, para el alquiler del parking y un trastero.
El hecho de que el proyecto esté vinculado a los fondos Next Generation hace que los calendarios sean estrictos. Cuando se formalice la cesión del suelo se iniciarán los trámites para la obtención de la licencia de obras. Con todo, según especificó Viñuales, las obras podrían ponerse en marcha «durante el segundo semestre del año que viene». Tan pronto como estas empiecen, el plazo de ejecución se prolongará por espacio de 24 meses, de forma que a partir de la segunda mitad de 2026 –si no surge ningún contratiempo– el Pla Parcial 10 podría recibir los primeros inquilinos.
Este es un proyecto en el cual se estaba trabajando desde hace tiempo desde Smhausa y, al respecto, en julio de 2022 se presentó la solicitud para los fondos Next Generation, a falta de encontrar una entidad del tercer sector para que el proyecto pudiera seguir adelante. Ahora ha conseguido formalizarse el acuerdo. En paralelo, una modificación de la ley 3/2026 del 16 de marzo de medidas fiscales, financieras, administrativas y del sector público ha permitido incrementar la superficie de techo, de forma que la cifra inicial de 160 viviendas que contemplaba el proyecto se ha podido incrementar a 192.