Poco después de conocer el fallecimiento del papa Francisco, el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, ha invitado a toda la archidiócesis a orar por él y a dar gracias por el legado que ha dejado el Papa durante su pontificado.
«El primer legado que nos ha dejado el papa Francisco ha sido el de apostar por una iglesia en salida. Fiel al concilio vaticano segundo, quiso que el evangelio fuera promovido en una iglesia saliente», ha explicado Planellas. El Papa siempre decía que prefería una iglesia que sale, que se enfanga en el barro, a una cerrada en ella misma, recluida en una sacristía.
Planellas también ha destacado la alegría que defendía el papa Francisco. «Decía que si estábamos convencidos del evangelio, teníamos que manifestarlo con alegría», ha asegurado el arzobispo de Tarragona, quien ha añadido que era el Papa de la misericordia. «En sus escritos siempre ha tenido como norma el evangelio del buen samaritano. Eso significa perdón y, por lo tanto, ha sido un promotor de la paz mundial, yendo siempre en contra de la barbarie de la guerra», ha dicho Planellas.
De hecho, ayer, en su última aparición público, hizo un discurso en esta línea. Hasta el último momento al lado de la paz.
El Papa de los pobres
Otra de las virtudes que destaca el arzobispo de Tarragona, es que el papa Francisco ha sido el Papa de los pobres. «Tenía predilección especial por los pobres, los marginados y los inmigrantes. En resumen, por todos aquellos que sufren y que no tienen las condiciones de vivir de una manera digna», ha explicado Planellas.