Una vivienda de 297 metros cuadrados, con 8 habitaciones y 8 baños, así se publicita en un portal de internet, el que en su momento fue el último prostíbulo de Tarragona, conocido como La Riojana. Este establecimiento hecho el cierre hace dos años, en 2021, cuando la pandemia y las exigencias de las administraciones pusieron fin a 60 años de actividad en la ciudad.
Ahora, cualquier persona que reúna 280.000 € podrá hacerse con este inmueble que, de alguna forma, encierra parte de la historia del municipio. De hecho, la agencia inmobiliaria es consciente del lugar que supone y lo publicita como una «icónica instalación».
Un precio que se establece increíblemente bajo, ya que otros inmuebles de estas dimensiones y en la misma zona de la ciudad pueden llegar a superar el millón de euros. Aunque su decoración no sea la más moderna, el edificio construido en 1955 cuenta con todo el equipamiento necesario para entrar a vivir sin necesidad de reformas.
Su anuncio detalla que cuenta con ocho habitaciones, todas ellas tipo suite y con un baño propio y algunos de ellos equipados con jacuzzi. Además, dispone de un amplio salón, cocina individual y zona de bar con almacén propio. Una compra que también incluye el parking exterior con «capacidad para varios coches» y un trastero. Otros detalles explicados son el lavadero y el aire acondicionado.
Historia de la ciudad
Ubicado en la N-340, de camino entre las urbanizaciones de Llevant y Monnars, La Riojana fue concebido en origen como un bar de camioneros y, a petición de los clientes, pasó a ser un club más adelante.
Su última propietaria, Esther, expresó en declaraciones a este diario su voluntad de «convertir el edificio en patrimonio de la ciudad», ella aseguraba que por el club habían pasado «peces gordos de Tarragona», aunque su discreción le obligó a no dar nombres nunca.
Ahora el propio cartel que indica el nombre del establecimiento en grande está perdiendo su color, borrando poco a poco el recuerdo de una actividad que todos los ciudadanos reconocían, ya que nunca se intentó ocultar.
La Riojana fue un último reducto de la prostitución después de que la Part Alta abandonara esta actividad con el cierre del Montevideo, el cual sigue reconvertido en bar como otros tantos locales que han buscado dejar atrás su pasado, dando lugar a una Tarragona más moderna y abierta a los turistas.
La Riojana podría ser convertida finalmente en una vivienda rodeada de una zona con potenciales cambios. El estado cedió esta carretera nacional al ayuntamiento y pretende invertir en una actuación para convertir esta vía en una calzada urbana de pleno derecho con carriles bici y zonas peatonales que conecten la ciudad con los barrios levantinos y Altafulla.