De cara al próximo curso 2024-2025, el Departament d’Educació de la Generalitat de Catalunya prevé que haya seis líneas menos en centros educativos públicos del Camp de Tarragona.
Según esta previsión, se cerrarían un total de 21 líneas: trece de I3 y de ocho de primero de la ESO, mientras que se abrirían quince: ocho en I3 y siete en primero de la ESO. Si en el cálculo se tienen en cuenta los centros que unifican grupos por contar con ratios muy reducidas, el saldo negativo es de tres, y no seis.
En total, según afirma el sindicato CGT, en I3, se pasaría de 175 grupos en el curso 2023-2024 a 170 en el 2024-2025 y, en primero de la ESO, de 161 en el 2023-2024 a 160 en el 2024-2025. Si se aíslan las escuelas que juntan alumnos de infantil, se pasaría de 175 a 173. La concertada, por su parte, se mantendría con 63 grupos en I3 y 58 en primero de ESO.
«Los cierres se llevan a cabo según el pacto contra la segregación escolar y en un contexto de caída demográfica», afirman fuentes del Departament, que argumentan que la sobreoferta puede aumentar los índices de disimilitud si quedan plazas vacías. La planificación que ha llevado a cabo Educació se trata de una ‘primera foto’ que puede variar en función del padrón y de las circunstancias.
Las localidades afectadas son Aiguamúrcia, Bràfim, Cambrils, Constantí, La Selva del Camp, Reus, Valls, Vandellòs i L’Hospitalet de l’Infant, Vila-seca, La Canonja, Mont-roig del Camp, Riudoms, Roda de Berà y Tarragona.
«Los cierres se planifican según el pacto contra la segregación escolar», Departament d’Educació
La mayoría de centros se encuentran en el Baix Camp y el Tarragonès. En cuanto a I3, en Cambrils, por ejemplo, habría dos escuelas que pasarían de dos líneas a una: la Mas Clariana y La Bòbila. En La Selva del Camp, la Abel Ferrater perdería dos líneas de I3 y, en Reus, sería La Vitxeta la que tendría una menos.
En Constantí, la Escola Centcelles pasaría de dos a una, así como la Torroja i Miret, la Sant Bernat Calvó y la Cal·lípolis, las tres de Vila-seca. No obstante, en el caso de la Sant Bernat Calvó y la Torroja i Miret, existe una explicación: este año se darán los primeros pasos para la fusión de ambas y la creación un instituto escuela.
De este modo, los centros pierden una línea y se quedarán con dos compartidas. A cambio, el Departament d’Educació reabrirá una en la Escola Mestral. Una línea que había cerrado durante el año 2018.
«Es mucho más complicado cerrar una línea de un centro concertado que de uno público», Jorge Fernàndez, secretario general de CGT Ensenyament en el Camp de Tarragona
En primero de la ESO, el Institut Antoni Ballester de Mont-roig del Camp y el Joan Guinjoan i Gispert de Riudoms pasan de tres a dos y de cinco a cuatro respectivamente. En el caso de Mont-roig, el otro instituto del municipio, el Institut Miami, sí que conservará sus tres líneas a lo largo del próximo curso.
En el Tarragonès, se incluyen en el informe el Institut Collblanc de La Canonja, el Roda de Berà y el Antoni de Martí i Franquès, el Torreforta, el Pont del Diable y el Tarragona, los últimos cuatro de la capital de la demarcación.
Este periódico ha contactado con algunos de los centros para conocer sus sensaciones. El director del Institut Antoni de Martí i Franquès de Tarragona, Jordi Satorra, no muestra ninguna sorpresa: «Era algo previsible según los datos que manejábamos; no es ningún problema para nosotros porque hay menos alumnos, por lo tanto, es cuestión de números». «Tenemos las líneas que necesitamos para atender a todos los alumnos de las escuelas que tenemos adscritas», añade.
«Tenemos las líneas que necesitamos para atender a todos los alumnos de las escuelas que tenemos adscritas», Jordi Satorra, director del Institut Antoni de Martí i Franquès de Tarragona
Satorra expone que el Martí i Franquès siempre había sido un centro de cuatro líneas, a pesar de que el dato hubiera aumentado hasta cinco en los últimos años: «Ahora, volveremos a la dinámica que teníamos hace siete u ocho años; la proyección es que oscilemos entre las cuatro y cinco líneas cada curso en función de las circunstancias», comenta.
La cuestión, según Satorra, está en la matrícula viva –los alumnos que entran durante el curso–, que puede provocar que ratios que eran adecuadas aumenten hasta no serlo: «Las planificaciones deberían prever la matrícula viva para así distribuir más a los alumnos que entren a los centros durante el año y, de esta manera, no tensionar más una estructura que otra», explica.
En la misma línea se expresa el director del Institut Torreforta, José Luis García: «Son variables que cambian; de hecho, nuestro instituto está pensado para tener cuatro líneas». «El año pasado fue excepcional y ya preveíamos que podía pasar», añade.
«El año pasado fue excepcional y ya preveíamos que podía pasar», José Luis García, director del Institut Torreforta de Tarragona
En el caso de Cambrils, la Escola La Bòbila y la Mas Clariana, que deberán cerrar una de sus dos líneas de I3, han sido contactadas por el Diari, pero no han querido dar declaraciones sobre este hecho y se han limitado a justificar la decisión «por la bajada de la natalidad».
Pese a que se trate de una primera previsión del Departament, la CGT se mostró totalmente en desacuerdo con los cierres e indicó que la reducción de la natalidad debería comportar una reducción mayor de ratios.
De hecho, el secretario general de CGT Ensenyament en el Camp - Deixa de Ser Una Illa, Jorge Fernàndez, expuso ayer en Reus que «es mucho más complicado cerrar una línea de un centro concertado que de uno público y, por lo tanto, únicamente cierran estos últimos». Los niveles de natalidad, indica, «no son algo que determine el cierre de líneas, son decisiones políticas».
«Al ser una escuela rural y no llegar a los veinte alumnos entre I3, I4 e I5, uniremos las tres líneas», Inma Torres, directora de la Escola Valdelors de Vandellòs
Asimismo, comenta que «muchos de los centros afectados han conocido que se van a suprimir líneas bien vía sindicatos o por correo, pero hasta ahora, había muchos que aún desconocían su suerte». En este sentido, Fernàndez se pregunta «qué modelo de educación se está imponiendo y cuántos puestos de trabajo, entre docentes y técnicos, tendrán que peligrar».
El apunte
¿Escuelas sin plaza de I3?
En el listado de centros presentado por el Departament d’Educació había cuatro escuelas del Camp de Tarragona que el año que viene no tendrán plaza de I3. Concretamente, Les Moreres, St. Jaume de Bràfim, Rocabruna y Valdelors.
El Diari ha podido hablar con dos de los cuatro centros, los cuales han asegurado que para el curso que viene seguirán teniendo espacio para los alumnos más pequeños.
Tanto la escuela Les Moreres de Aiguamúrcia como Valdelors de Vandellòs explican que al tratarse de escuelas rurales y no llegar a los 20 alumnos entre los tres ciclos, han agrupado a I3, I4 e I5 en un mismo grupo.
La directora de la Escola Valdelors, Inma Torres, asegura que, según el censo municipal, «el año que viene tendremos cerca de 12 alumnos de I3 en nuestro centro», por lo que los niños de Vandellòs no deberán ir a la escuela a Hospitalet u otro municipio de alrededor.