El gobierno de la Diputació de Tarragona (ERC-PSC) activa el proceso para comprar en tres meses el histórico edificio de Caixa Tarragona de la Plaça Imperial Tarraco, ahora propiedad del BBVA. Según confirman al Diari fuentes de la administración provincial, el pasado jueves la presidenta Noemí Llauradó (ERC) mantuvo contactos con portavoces de varios grupos con representación en el Passeig de Sant Antoni para exponerles la situación y explorar, de esta forma, su opinión sobre la posibilidad de adquirir el inmueble, una vez que el titular ya ha comunicado a la Diputació que ha recibido una oferta formal para venderlo.
Tras registrarse la oferta a mediados de este mes de enero, la Diputació dispone de margen hasta mediados de abril para comunicar si iguala la propuesta económica y se queda con el espacio. La administración pública tiene tres meses para igualar cualquier oferta desde que hace años ya decidiera comprar otro inmueble de la calle Pere Martell – el edificio Síntesi– por el que realizó una inversión de 8,8 millones de euros para ocupar sus 11.000 metros cuadrados. En aquella operación, liderada por Josep Poblet (CiU), la Diputació acordó con el propietario reservarse este derecho de tanteo y retracto que, ahora, todo parece indicar que ejercerá para ampliar sus dependencias en el entorno de la Plaça Imperial Tarraco.
Cuatro años vacío
Por ello, una vez que se conoce que oficialmente ya se ha presentado una oferta por el edificio –que está vacío desde el 16 de febrero del 2020–, ahora el ejecutivo formado por republicanos y socialistas ha iniciado los contactos con las formaciones de la oposición para valorar una posible compra que deberá concretarse en pocas semanas.
Mayoritariamente, el sondeo realizado la pasada semana por Llauradó recibió el OK de las formaciones, principalmente el PP, si bien fue Junts per Catalunya el partido que mostró más dudas sobre la envergadura de la operación para adquirir el edificio, que cuenta con 7.000 metros cuadrados de superfície, con cinco plantas de altura, un ático y tres niveles soterrados, esto sí, sin aparcamiento y sin posibilidad técnica de incorporarlo.
De momento, no ha trascendido la naturaleza de la oferta ni la cantidad que se ha puesto sobre la mesa, debido al precontrato de «confidencialidad» que existe entre titular y ofertante, si bien hace semanas se filtró que una de las posibilidades que se ha planteado es la de instalar un negocio hotelero, con un casino y un bingo en la planta baja.
Las fuentes consultadas por este periódico aseguran que la decisión de compra «ya está tomada» porque «tiene consenso», por lo que ya se han activado los informes pertinentes para avalar técnica y administrativamente la decisión. En este sentido, todo indica que «entre febrero y marzo» el pleno provincial aprobará un modificativo de crédito para incorporar la operación al presupuesto de este 2024, ya que lógicamente no estaba previsto cuando se aprobaron las cuentas el pasado mes de noviembre, a la vez que se impulsará un plan de usos para dotar de actividad el inmueble.
Paralelamente, el palacio del Passeig de Sant Antoni se dejará como sede institucional y protocolaria, si bien no se descarta ubicar allí algún servicio propiedad del organismo provincial.