La playa de la Arrabassada fue ayer el escenario de un macrobotellón por segunda noche consecutiva. El operativo conjunto de Mossos y Guàrdia Urbana de Tarragona para evitar estas fiestas ilegales en la vía pública consiguió desalojar a las 4 de la madrugada un total de 1.000 personas del paseo marítimo Rafael Casanova y agentes de la policía autonómica detuvieron a uno de los participantes por lanzar piedras de forma violenta contra el cordón policial.
Se trata del segundo macrobotellón en la playa de la Arrabassada des de que el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) desestimara la petición del Govern de la Generalitat de mantener el toque de queda en 148 municipios de Catalunya y lo avalara solo en 19. Entre ellos no está Tarragona, con lo que el primer fin de semana sin restricciones nocturnas ya ha contado con fiestas multitudinarias. La de ayer, en concreto, fue especialmente violenta. Además de la detención de un joven por agredir a agentes de policía con el lanzamiento de una piedra, según algunos testigos, hay algún vídeo que circula por las redes sociales en el que se puede observar como un grupo de jóvenes persigue un coche al que le acaban rompiendo la luna trasera con palos y patadas.
Es un hecho que la ciudad tiene un grave problema con la situación actual. Así lo expresó ayer en un tuit el alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, que señaló que «hemos vivido dos noches muy complicadas por causa de los botellones y el incivismo. Hay una clara relación entre el levantamiento del toque de queda y estos hechos. El TSJC debería valorar que separar salud de orden público en el contexto actual es imposible». Por su parte, algunos usuarios respondían al mensaje de Ricomà defendiendo que no se puede luchar con contra el incivismo con medidas como el toque de queda, poniendo en duda el modelo policial para preservar la seguridad ciudadana y criticando que se recorten las libertades de millones de personas por culpa de miles de incívicos.
La Generalitat de Catalunya quería que se aplicara el toque de queda en aquellos pueblos y ciudades de más de 5.000 habitantes en los que la incidencia acumulada a siete días (IA7) de la Covid-19 fuera de 125 casos por 100.000 habitantes. Sin embargo, el TSJC solo lo avaló en aquellos municipios en los que la incidencia fuera de 400. De este modo, mientras que la administración autonómica quería que se aplicara la restricción nocturna en 148 municipios, el TSJC solo lo permitió en 19. De estos, solo hay tres en la provincia de Tarragona, que son Montblanc, Amposta y Móra d’Ebre. Asimismo, la lista avalada por la justicia no incluye las capitales Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona ni otras grandes ciudades del territorio en las que, de alguna forma, por número de habitantes, es más probable que se produzcan fiestas multitudinarias que, además, pueden tener graves efectos en la salud pública y en la contención de la pandemia.