¡Felicidades a ambos! ¿Por qué esas carreras?
Laura: Siempre se me han dado bien las matemáticas y cuando estuve mirando las opciones que había no me vi estudiando ningún otro campo. La decisión se redujo a Matemáticas o Ingeniería Matemática y Física. No tenía claro que valiera la pena ir a Barcelona y volver todos los días, pero la llamada del rector de la UPC me hizo cambiar de opinión. Me sentí más segura y supe que allí no estaría sola.
Rubén: yo he empezado el doble grado de Traducción e Interpretación y Lenguas Aplicadas en la Universitat Pompeu Fabra, en Barcelona. Escogí esta opción porque me gusta mucha la sintaxis y la lingüística en general. Soy un apasionado de las lenguas y de su análisis.
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¿A qué queréis dedicaros profesionalmente?
Laura: Todavía no lo tengo muy claro. Pienso que, a medida que vayan pasando los cursos, veré qué aspecto de las matemáticas me llama más la atención y qué salidas laborales tiene. De momento la docencia parece una posibilidad cercana, familiar, pero no descarto otras opciones.
Rubén: Tampoco lo tengo muy claro, pero desde siempre me ha interesado el mundo de la docencia. Asimismo, desde que realice mi Treball de Recerca en Bachillerato, descubrí el mundo de la investigación y me encantó. Así que ahora mismo diría que me gustaría investigar sobre lenguas aplicadas en el mundo de la educación o lingüística teórica, a lo cual podré llegar, espero, gracias a mis estudios.
Sois un ejemplo de la llamada cultura del esfuerzo. ¿Se ha perdido?
Laura: No lo creo. Es posible que asociemos el esfuerzo a los resultados que sí se ven, a aquellos que son más tangibles o a los que destacan más, pero en realidad hay mucho trabajo detrás de un aprobado para aquel al que le cuesta, de un intento al que ya ha caído antes o incluso de una sonrisa de aquel que ha estado triste. Todos luchamos por algo y eso nunca se ha perdido.
Rubén: Sinceramente, pienso que la cultura del esfuerzo no se ha perdido. Siempre se nos tilda a los jóvenes de ser «vagos» y que antes eran mucho más aplicados y serios. Creo que es un tópico atemporal y que siempre los mayores critican y se quejan de nosotros. Ya desde muy antaño ha sucedido esto.
¿A qué te refieres?
Lo vemos, por ejemplo, en esta cita de Aristóteles: «Los jóvenes de hoy no tienen control y están siempre de mal humor. Han perdido el respeto a los mayores, no saben lo que es la educación y carecen de toda moral». Creo que yo no soy ejemplo de nada.
Hombre, un poco sí.
Aunque sí es verdad que he obtenido buenos resultados y se me destaque por eso, mi esfuerzo no tiene más valor que el de otra persona que ha tenido una nota inferior.
¿Cuál es el secreto para tan buenas notas?
Laura: Yo diría que curiosidad y adaptación al formato de Bachillerato. Pocas asignaturas se me hacían realmente pesadas, no soporto historia, y precisamente estas fueron las que no hice en Selectividad.
Rubén: Esfuerzo y dedicación, ya que nadie te regala nada. Pero sabiéndolo combinar con el ocio y la diversión.
¿Y para combatir el estrés ante un examen tan importante?
Laura: Creo que es importante estar seguro del trabajo hecho y saber qué se te pide. De este modo sabes que en el examen harás todo aquello que sepas y en principio deberías poder aprobar. Si lo tienes claro, el examen saldrá como debería, cumpla eso tus expectativas o no. Después puedes comprobar qué te ha fallado e intentar mejorarlo.
Rubén: Una buena organización es crucial para poder llevar a cabo todas las actividades que debes hacer: estudiar, escribir trabajos, deportes, pasar tiempo con tus amigos o familia... Así que es esencial saberlo combinar todo de la mejor manera y poder evitar el estrés.
