La relación entre examinadores y los propietarios de las autoescuelas se encuentra en continua evolución. La crispación ya empieza a notarse. Y es que, la actuación de los examinadores perjudica directamente a las autoescuelas. Algunas de ellas deben cerrar y otras se ven obligadas a despedir a sus trabajadores. En un primer momento, los profesores se mostraron muy comprensibles con los examinadores, pero cada día que pasa, aumenta la tensión. «No tenemos una mala relación, nos conocemos todos desde hace años», asegura Carles Oliver, presidente de la Associació d’Autoescoles de la Província de Tarragona, quien añade que «por esta misma razón, me parece extraño que actúen de esta manera. Los examinadores saben el daño que están causando a las autoescuelas».
Por su lado, el colectivo de los examinadores defiende que los responsables de la precaria situación «no somos nosotros, son los directivos de la Dirección General de Tráfico», asegura Gustavo Palma, delegado autonómico de ASEXTRA, la asociación de examinadores. Palma añade que «sabemos que hay muchos perjudicados. Trabajamos cada día con este colectivo y les tenemos mucho afecto». Prueba de ello, según explican algunos de los examinadores, es que «en un principio decidimos convocar huelga indefinida para el mes de septiembre, pero finalmente, decidimos mantenerla solamente tres días, lunes, martes y miércoles. Hacer huelga todos los días sería aún más insostenible».
El colectivo de examinadores defiende que la responsable es la administraciónPero la mayoría de los propietarios de las autoescuelas no piensan igual. «Si mirasen por las empresas, hubieran hecho huelga en enero o febrero y no en verano, que saben que es cuando las autoescuelas trabajamos más», opina Carles Oliver, presidente de la Associació d’Autoescoles de la Província de Tarragona, quien añade que «nos están arruinando». Por otro lado, Oliver no descarta que la relación entre ambos colectivos acabe siendo muy mala. «No puede ser que seamos sus rehenes. Nuestro pan no puede depender de once personas que deciden hacer huelga. Entiendo que tienen motivos, pero las principales perjudicadas somos las autoescuelas, ya que la administración sigue cobrando las tasas». Cabe destacar que el pasado mes de julio, las autoescuelas de toda la provincia se reunieron en Tarragona, donde llevaron a cabo una manifestación en esta línea.
En busca de soluciones
Los propietarios de las autoescuelas piden a gritos que el Estado y la DGT busquen urgentemente una solución. «Nos da igual lo que hagan, lo único que queremos es poder trabajar y vivir», asegura Oliver, ya desesperado por la situación, y añade que «si la administración no es capaz de solucionarlo, que privaticen el sector». Algunas de las soluciones que proponen las autoescuelas es que la Guardia Civil sustituya a los examinadores que se encuentran en huelga desde hace unos meses. Este sería «el recurso más rápido», según el portavoz de la plataforma Les escoles diuen prou, Jaume Valls, quien añade que «los agentes son funcionarios y tienen formación en seguridad vial». En caso de no ser posible, las autoescuelas han sugerido un traspaso de las competencias y que cada comunidad pueda gestionar las pruebas, o bien, externalizar o privatizar el servicio. Lo cierto es que la situación está llevando a la ruina a las autoescuelas. «A los examinadores nadie les puede echar, porqué son funcionarios, pero los profesores de autoescuela pueden sufrir las consecuencias», explica Oliver.