El pasado día 4 de octubre, un ciudadano acudió a la renovación del DNI en la Comisaría de Figueres. Al comprobar informáticamente sus datos, saltaron las alarmas. El mismo estaba buscado por un robo con violencia ocurrido en 2018 en la misma ciudad de Figueres. El ahora detenido, en compañía de una mujer sustrajeron un bolso y a un ciudadano que acudió en ayuda de la víctima le golpearon con una barra de hierro en la cabeza. Resultado, ambos detenidos acusados de delito de robo con violencia y lesiones.
Después de un largo periplo judicial, en mayo de 2024, tras no comparecer a los requerimientos judiciales, fue puesto en busca y captura por el Juzgado Penal 2 de Figueres.
Finalmente, fue detenido y puesto a disposición de la autoridad judicial.
Hijo en apuros
Posteriormente el día 10 de octubre, se recibió en la Comisaría de Figueres una solicitud de colaboración del Grupo de Delitos Tecnológicos de la Comisaría de Policía Nacional de Móstoles (Madrid) para la localización y detención de un ciudadano por un delito de estafa en su versión de “hijo en apuros”.
El ahora detenido había estafado a una vecina de Arroyomolinos (Madrid) la cantidad de 4000 euros haciéndose pasar por el hijo de la denunciante con la excusa de que se le había roto su móvil y necesitaba pagar una factura urgentemente.
Detrás del supuesto hijo en realidad se encontraba el detenido, un joven que había obtenido un número de teléfono aportando un pasaporte falso y una cuenta bancaria a la que fueron a parar los 3000 euros que pagó la víctima al no disponer de más dinero en su cuenta. Una cuenta de recepción en la que figuraba a su nombre.
La Policía Nacional ha detectado un incremento en el numero de estafas mediante mensajes de aplicaciones de mensajería instantánea en la que los estafadores se hacen pasar por hijos de la víctimas y alegando que se les ha estropeado su teléfono móvil, requieren a los padres ingresos o transferencias urgentes de cantidades de dinero a las que los progenitores deben acceder sin realizar comprobación alguna ni contactar con ellos.
El modus operandi consiste en que la víctima recibe un mensaje en su número de teléfono móvil de un numero que no figura en sus contactos, siendo de alguien que se hace pasar por su hijo, diciéndole que tiene su teléfono móvil estropeado y no puede acceder a sus cuentas bancarias, por lo que recurre a ellos ara hacer unos pagos o transferencias de carácter urgente y poder salir así del apuro. Si hay una respuesta positiva de la víctima, el estafador aprovecha para conseguir sacar la mayor cantidad de dinero posible.
Para evitar la proliferación de este tipo de delitos, se recomienda que, al recibir este tipo de mensajes, se mantenga la calma y se llame al número verdadero del hijo para verificar que se encuentra bien. Si resulta imposible contactar con él, esperar un tiempo prudencial a que sea el hijo quien se ponga en contacto con él o trate de localizarlo de otros modos. Asimismo, se aconseja no acceder a pagar las cantidades de dinero solicitadas y no facilitar en ningún caso datos personales a desconocidos, y mucho menos los datos bancarios con los que podría continuar la estafa.
Igualmente, se recomienda bloquear el número desde el que han contactado y conservar los mensajes recibidos, así como preguntar al interlocutor algún detalle que solo el progenitor y su hijo conocen.