El martes día 12 de julio, un voluntario de una asociación que se encarga del control de las colonias de gatos radicadas en las urbanizaciones de Rodolat del Moro y el barrio de Sant Pere i Sant Pau, halló un gato moribundo en las proximidades de su vivienda con un cuadro clínico de vómitos y convulsiones, que pese a haberse solicitado su rápida asistencia veterinaria, falleció más tarde.
Estos hechos fueron puestos en conocimiento de agentes especializados del Servicio de Protección a la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Tarragona, que iniciaron gestiones para intentar aclarar lo sucedido.
De esta manera, pudieron saber que el gato estaba en perfectas condiciones el día anterior y que, a tenor de los síntomas que presentaba (vómitos, salivación abundante y convulsiones), todo parecía indicar que podía haber sido envenenado. El Código Penal regula como hecho delictivo el uso de veneno y cebos envenenados por cualquier persona que no esté autorizada para ello. El veneno, sea cual sea el producto que se utilice, es un método masivo, cruento y no selectivo.
Se señala que el mero hecho de dejar veneno o un producto tipo carne, pescado u otra sustancia con veneno (cebo envenenado) constituye un hecho criminal, y por tanto la persona responsable de tal conducta puede ser denunciada como autora de un delito.
El SEPRONA recuerda que si se encuentra un animal envenenado lo primero que se debe hacer es no tocarlo, puesto que si ha muerto envenenado tú también puedes envenenarte por contacto con el animal. Además, se podría alterar una futura investigación judicial por cambiar de sitio el cuerpo del delito. Es importante revisar la zona del encuentro por si existiesen más cadáveres, y dejar todo documentado mediante fotografías y/o vídeos, comunicando lo antes posible los hechos al Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA).