Los Mossos d’Esquadra detuvieron el martes 25 de junio en Sant Antoni de Calonge (Girona) a una mujer condenada por arrancarle un trozo de lengua a su novio en un beso (en febrero de 2017) y que se había dado a la fuga.
La modelo se llama Adaia López tiene 26 años y es natural de Valls (Alt Camp), según apuntan algunos medios. La joven estaba en busca y captura desde hacía más de un año tras fugarse de la Justicia para no cumplir la pena de 6 años de prisión impuesta por la Audiencia de Barcelona por un delito de lesiones.
El último recurso, ante el Tribunal Supremo, fue inadmitido en diciembre de 2022 y por eso se ha estado postergando la entrada en prisión de la acusada. Con la sentencia ya firme las autoridades fueron al domicilio de la acusada y no se dio con ella por eso se emitió una orden de búsqueda y captura.
La modelo también tiene una causa abierta en un juzgado de la capital del Alt Camp
La mujer seccionó un trozo de lengua de un mordisco a su novio durante un beso y luego lo escupió al suelo, dónde lo encontraron los Mossos. El órgano de la víctima no pudo ser reconstruido, lo que supuso graves secuelas para la víctima. Los hechos ocurrieron en el año 2017 y la condena se dictó en 2021.
La modelo se defendió durante el proceso judicial. Argumentó que la acción fue en defensa propia y que su pareja, y su mal humor, le hacían temer de que acabara agrediéndola e incluso matarla. La pareja se conoció por internet en 2016. Él tenía 40 y ella 18. De Valls se mudaron a Vilanova i la Geltrú, donde ocurrieron los hechos.
A mediados de 2023, la Audiencia de Barcelona concedió quince días a López para ingresar voluntariamente en prisión y abonar una indemnización de 60.000 euros por los daños causados, pero no se presentó.
Este martes 25 de junio, una patrulla la encontró en una casa ocupada de Sant Antoni de Calonge. Tras pasar a disposición del Juzgado de guardia de Sant Feliu de Guíxols este jueves, el juez ha ordenado el ingreso a prisión. Lo que se ha sabido a raíz de pasar a disposición judicial es que la modelo tiene una causa pendiente de un juzgado de Valls, sin que haya trascendido de qué asunto se trata.
Tras la agresión, la víctima ha tenido secuelas importantes, como la incapacidad de hablar. Para ello ha necesitado la ayuda de profesionales de la foniatría y la logopedia que han podido mejorar sus problemas con la dicción porque además el chico era filólogo de lengua inglesa. El joven también ha perdido el sentido del gusto y no puede diferenciar los alimentos dulces de los salados, señalan algunos medios.