Operaciones canceladas, listas de espera más largas para pruebas diagnósticas o demoras para ser atendido por el médico de familia; todas estas casuísticas se han agravado en el último año, el de la lucha cuerpo a cuerpo de la sanidad pública contra la pandemia. La tendencia no es nueva, menos aún en Tarragona y Catalunya, con un peso históricamente decisivo de las mutuas, pero en 2020 se disparó el número de personas que han contratado un seguro privado de salud. Un total de 16.297 tarraconenses se apuntaron el año pasado a una póliza de salud, lo que supone un incremento del 8%, el mayor en la última década, según la evolución desde 2011 recogida por la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa).
Ese aumento supera con creces la media catalana, ubicada en un 2%, la española (un 4,4%), y la de todas las provincias de Catalunya. Se trata también del incremento más abultado de toda la serie histórica en Tarragona, que ve cómo progresivamente se va cubriendo el porcentaje de población que está bajo el manto protector de una mutua.
La dinámica de aumentos progresivos ha coincidido con la época de tijeretazos en los presupuestos sanitarios, lo que para muchos han sido vasos comunicantes. Ni la mejora en la lista de espera de los últimos años evitó que el ciudadano se encomendara cada vez más a los seguros privados. Desde Unespa, se admite que la pandemia está como telón de fondo aunque se indica que la tendencia viene de largo. «Uno de los fenómenos que impulsa la contratación de seguros de salud es su creciente aceptación como mecanismo de pago en especie. Muchas empresas han incorporado el seguro de salud para sus trabajadores como concepto retributivo complementario».
En Tarragona, el entramado industrial y el peso de las pymes pueden contribuir a esa mayor penetración. La patronal de las aseguradoras sostiene que «el sistema público sanitario se ahorra las atenciones que presta la privada». Las aseguradoras sacan pecho de la aportación durante estos meses. «La contribución del tejido sanitario privado al sistema nacional de salud se ha puesto de manifiesto. El sector asegurador ha facilitado el acceso a atenciones a enfermos de coronavirus. También ha sufragado pruebas diagnósticas a millones de personas en España. A través de actuaciones como estas, el seguro ha contribuido a la contención de la pandemia en el país», sostienen fuentes de Unespa.
El debate: Un complemento en el día a día o debido a los recortes
Este incremento abultado de los servicios provados de sanidad entra de lleno en un debate de fondo, casi ideológico: los que consideran que las mutuas privadas son un complemento en el día a día, sobre todo para resolver las patologías más sencillas y así descargar a la pública, y los que opinan que no es más que una consecuencia derivada de los sucesivos recortes en materia de sanidad que se han aplicado en Catalunya y de una decidida voluntad política por apostar por este modelo