Jaume Sorolla (Tortosa, 1997) ha pasado en unos meses de jugar en LEB Plata -la tercera categoría del baloncesto español- a formar pareja en la pista con el campeón del mundo y de un anillo de la NBA Marc Gasol. Los dos juegan en la posición de pívot en el Bàsquet Girona, el más mediático de la liga LEB Oro desde la llegada en diciembre de Gasol, que también es el presidente de la entidad. «Jugar con él es una pasada, todos aprendemos mucho, desde los bases hasta los pívots e incluso los miembros del staff», comenta Sorolla.
El de Tortosa ha encontrado un ‘chollo’ cuando comparte minutos en la cancha con él. «Nos entendemos muy bien. Es muy fácil porque saca ventaja en todas las jugadas», dice. Es también un espejo en el que se mira para seguir creciendo como jugador: «El mayor consejo que me ha dado es que comunique todo lo que vea en la pista. Los pívots estamos atrás protegiendo a todos y tenemos que dar confianza a nuestros compañeros en todo momento», dice.
Gasol es un compañero más en el vestuario pero, a la vez, es el mandamás del club. En los despachos manda él. «Es un tío muy campechano, cuando tiene que actuar de presidente lo hace, pero normalmente actúa como cualquier otro jugador del equipo», cuenta.
Sorolla, que fichó por el Bàsquet Girona en julio procedente del filial del FC Barcelona, está firmando unos buenos números en su estreno en LEB Oro. Tiene una media de 6,2 puntos, 3,9 rebotes y 0,5 asistencias en 20:05 minutos de juego por partido. «A nivel personal estoy muy contento, aún adaptándome a la liga». El salto de categoría se nota. «Es una competición muy dura», reconoce. Y con equipos históricos y muy potentes deportivamente, como Estudiantes, Granada o Cáceres, asiduos de la ACB.
El equipo gerundense ocupa la decimotercera posición en la clasificación tras 18 partidos disputados. La tabla está muy igualada y es uno de los serios aspirantes a colarse, al menos, en la pelea por el ascenso a la liga Endesa. La incorporación de Marc Gasol, que la temporada pasada jugó en Los Angeles Lakers, ha sido un chute en cuanto a resultados y confianza tras un inicio de campeonato dubitativo. «Somos un grupo que entrena al máximo nivel de cada día y eso al final dará resultado. Nuestro objetivo es jugar al máximo de nuestras posibilidades y veremos a dónde nos lleva ese nivel», afirma el jugador tortosino, de 2,08 metros de altura y un envergadura de 2,26.
En la liga universitaria
Pese a su juventud, tiene solo 24 años -cumple 25 el próximo viernes-, Sorolla es un trotamundos del baloncesto. Se inició en las categorías inferiores del Barça y completó su formación en Estados Unidos, en la Sunrise Christian Academy (2015-2016), los Valparaiso Crusaders de la universidad de Valparaiso (2016-2019) y los Cincinnati Bearcats de la universidad de Cincinnati (2019-2020). Pasó cinco años allí, en los que llegó a disputar la Conferencia Horizon League de la Division I de la NCAA, la máxima categoría de la liga universitaria estadounidense. «La experiencia americana fue vital, pero si vuelvo será para ver a mis amigos o ir de viaje», asegura. La campaña pasada regresó a España y consiguió el ascenso a LEB Oro con el FC Barcelona B.
En su palmarés destaca una medalla de oro con la selección española sub-20 en el Campeonato de Europa de 2016 celebrado en Helsinki. El entrenador era Juan Antonio Orenga. Antes había participado en los europeos sub-16 (2013) y sub-18 (2014-2015).
Su carrera pasa ahora por Girona. «Encaro cada temporada como si fuera única. Al final, en junio, ya veremos», concluye.