Vuelo de Polonia a Reus y un mes para olvidar la guerra

Hasta 75 niños y mujeres ucranianos aterrizaron esta tarde en la capital del Baix Camp procedentes del Donbás. Por delante, 30 días «sin sirenas ni bombas»

01 julio 2024 22:22 | Actualizado a 01 julio 2024 22:28

Cerca de tres horas es lo que dura el trayecto, a bordo de un Boeing 737-85P, entre el aeropuerto de Rzeszów, en Polonia, y el de Reus. Y es, también, la distancia entre la guerra y un verano para olvidarla.

Unas 75 personas procedentes de la zona del Donbás, muchas de Lugansk, desembarcaron este 1 de julio en la terminal de la capital del Baix Camp. Son niños de entre 7 y 13 años con sus madres o tutoras. Algunos, huérfanos del conflicto bélico de Ucrania.

Llegan de la mano de la entidad Acció Familiar, al frente de un proyecto encargado por la embajada ucraniana en Madrid que busca que «durante 30 días, vivan sin sirenas, búnkeres ni bombas, en tranquilidad».

A lo largo de este mes, se alojarán repartidos entre La Selva del Camp y Palencia, en patrimonio eclesiástico cedido. Eduard Llop y Rafa Moreno realizaron el desplazamiento Reus-Polonia-Reus para acompañarlos en un vuelo del Ministerio de Defensa.

Y clubes culturales venidos desde diferentes puntos de España dinamizarán su estancia, semana a semana, mediante campos de trabajo. «Son niños que han visto todo de esa guerra perpetua, ha sido su rutina», explica Yolanda Pellisa, que gestiona lo que necesitarán en el día a día en La Selva.

El grupo viajó dos días por carretera hasta Polonia y, de ahí, a Reus. «Los hay que son huérfanos de padre porque murieron en la batalla y otros los tienen combatiendo», añade Pellisa, y comenta que «queremos llevarlos a conocer Tarragona, Barcelona, a PortAventura, a la playa... Algunos no han visto el mar».

«Los voluntarios les prepararán talleres, juegos, salidas...». El primer club cultural lo integran las chicas de la asociación Ayedo, de Logroño, que hoy esperaban en el Aeropuerto con carteles donde se leía «Bienvenidos» en ucraniano. La vicepresidenta de Acció Familiar, Pilar Fusté, valora «todo el trabajo que hay detrás de esta iniciativa».

Pellisa habla del carácter ucraniano. «Son gente dura, capaz de sobreponerse al horror y que prácticamente no se lamenta. Aman profundamente a su país. Se ve en los adultos y también en niños», expone.

«Esperamos buenas experiencias»

Olena y Mykhailo, de 33 y 7 años, forman parte de la expedición que llegó a Reus. De esta visita, esperan «buenas experiencias» y una suerte de paréntesis en su realidad. «En 2014, yo estaba acabando el instituto y empezaba a trabajar. Muchos comenzaron a desplazarse a otros lugares por miedo a lo que pudiera pasar, pero yo me quedé. Mi casa fue ocupada por rusos y estoy viviendo en Vinnytsia, con mis padres. Mi marido está alistado, aún no lo han reclutado. Mi hijo estudia primero de Primaria y en la escuela hay un refugio para cuando suenan las alarmas, cosa que pasa a menudo», relata ella.

Colaborar con este proyecto es posible a través del Bizum 03367 o el número de cuenta bancaria ES29 3025 0002 4514 3300 0164. Dentro de la alianza SOS Ucrania, y con el apoyo de las monjas del Verbo Encarnado, la entidad ha realizado ya multitud de rescates en Ucrania, alcanzando a más de 1.000 personas.

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