La larga lucha de los vecinos de El Pinar de Reus para deshacerse de las torres de alta tensión que atraviesan la urbanización suma nuevos acuerdos. Al que ya aprobó por unanimidad el pleno del Ayuntamiento de Reus en abril de 2021 se ha añadido, este pasado 16 de marzo, otro tomado por la Comissió d’Acció Climàtica del Parlament, igualmente con el «sí» de todos.
Ambos avanzan en un sentido similar: empujar a las administraciones con competencias hacia un compromiso para soterrar las líneas eléctricas –por la avenida de Las Torres y su entorno discurren la Reus-Seròs y la Reus-Ascó, ambas de 110 Kv– y fijar un calendario de ejecución que debería estar listo antes de acabar 2022. El presidente de la Associació de Veïns del Pinar, Ton Sotorra, celebra el apoyo político aunque no deja de preguntarse,«ahora ¿quién va a pagar la fiesta?».
La última propuesta de resolución a la que ha dado luz verde el Parlament «es muy buena, ha sido muy importante, aunque aún no es nada tangible» y «de la que pasó por el Ayuntamiento, todavía no hemos sabido nada». «Celebramos que todo el mundo se ponga de acuerdo contra esta vergüenza y vea que se tiene que resolver pero, mientras», detalla Sotorra, «se sigue manteniendo esta ilicitud».
50 años de la misma reclamación
La entidad expresa que «llevamos más de 50 años intentando librarnos de las torres, que por ley no pueden estar aquí» y sostiene que «cuando se construyó la urbanización ya fue con el compromiso de quitarlas». De hecho, las obras llegaron a planificarse y presupuestarse y debieron haberse ejecutado hace una década. Sotorra recuerda que «el alcalde Pellicer nos envió a todos los vecinos una carta anunciando que se iban a hacer en 2012 pero luego, al parecer, el Ayuntamiento dedicó a otras cuestiones los recursos y no se hizo nada». Ahora, «ha pasado ya tanto tiempo que habrá que redactar otro proyecto y un nuevo presupuesto».
Los vecinos rechazan las torres por varios motivos: «De entrada, no pueden estar aquí, pero es que además comportan un impacto visual, las vibraciones que generan no están permitidas y traen problemas de salud», afirma Sotorra. Endesa, por su parte, ha avalado siempre la seguridad de las líneas. Pese a haber barajado movilizarse, la Associació de Veïns va a «esperar a final de año para ver el timing y qué incluye», y advierte de que «vigilaremos que se cumpla lo pactado».
La propuesta aprobada en el pleno reusense en abril de 2021 la impulsaron Cs y CUP y la que acaba de salir adelante en el Parlament, Cs. La portavoz del grupo municipal en Reus, Débora García, valora que, con esta última «van a hacer, antes de acabar el año, un calendario de ejecución» y «así se van a empezar ya realmente a activar las obras porque sin un calendario no se avanza». «Como esto se ha resuelto en otros lados, se pondrán las pilas aquí», añade, y destaca que «la acción de los vecinos, que no desfallecen, es crucial». El grupo parlamentario del PSC también tiene preguntas formuladas y los socialistas en Reus llevaron en enero de este 2022 al pleno una moción que se aprobó.
