Varios proyectos solidarios en Reus deben su continuidad al voluntariado

El proyecto IMBRA ayuda a mujeres a aprender catalán y el de Aixeca’t ofrece repaso a niños. Éstos son dos ejemplos

30 diciembre 2021 18:50 | Actualizado a 31 diciembre 2021 10:23
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La ayuda de voluntarios es siempre bien recibida por las entidades benéficas de la ciudad y otros proyectos solidarios. Hay rachas, eso sí, en las que hay más y menos implicación. Huelga decir que, debido a la Covid, hay muchos proyectos en pausa e inactivos por la adopción de medidas de prevención sanitaria.

«La labor de los voluntarios, en muchos casos, permite que un proyecto determinado tenga continuidad en el tiempo, sino muchas iniciativas dejarían de existir aunque hubiera necesidad», asegura la responsable del proyecto Aixeca’t, Dolors Tribó, quien junto a un equipo de voluntarios da repaso a niños y niñas de familias que lo necesitan –principalmente de cursos de primaria y, en algún caso, hasta los cursos iniciales de la ESO– de los barrios Fortuny y Montserrat.

«Este proyecto, que depende de la Fundació Josep Pont i Gol, lleva muchos años en activo; más de 20 seguramente. Llegó a pausarse, pero ahora lo hemos reactivado con pequeños grupos, debido a la pandemia; en total, se matricularon 20», indica. Las clases de repaso se realizan tres veces por semana y se adaptan a las clases y operatividad de las escuelas a las que asisten los jóvenes usuarios; se ubican, además, en la Capella de la Mare de Déu de Montserrat, del barrio Montserrat.

«Las sesiones consisten en una hora de refuerzo, en la que podemos ayudarlos a hacer los deberes que les han mandado. En caso de no tener que acabar nada, les preparamos unas fichas adaptadas a su edad y nivel de aprendizaje e incluso lo que nos aportan sus familias: si les hace falta practicar matemáticas, nos ponemos con ello», resume. Una vez acabado el repaso, complementan la sesión con actividades lúdicas, como pueden ser manualidades. «Las actividades variadas de después van muy relacionadas con los ejes temáticos que trabajamos desde el inicio de curso en Aixeca’t. Por ejemplo, este año tenemos un lema relacionado con la ecología, el cuidado del medioambiente y la naturaleza. Preparamos actividades relacionadas», expone. Recuerda, además, que el año pasado lo dedicaron a la figura de Gaudí y «realizamos un taller de cocina en el que recreamos las vidrieras de colores del arquitecto».

La socialización

Años atrás y por las fiestas de Navidad, dice Tribó, «ensayábamos villancicos para irlos cantando por el barrio; por la Covid esto se ha dejado de hacer de momento». Lo que promueven en Aixeca’t es que los chicos interactúen entre ellos y «a las familias, la mayoría inmigrantes, les va muy bien, porque sus hijos se entretienen aquí y, a veces, meriendan incluso». La integración es un concepto que trabajan mucho en el aula. «Queremos que se sientan de aquí, pero sin que pierdan sus raíces. Fomentamos la integración con la ciudad haciendo que conozcan características de ésta, como el Seguici Festiu», expresa.

Tribó informa que, contar con voluntarios les va «muy bien» y que «siempre hacen falta». «Tenemos niños que tienen mucha energía y la ayuda nos vienen bien. Solemos ser dos voluntarias fijas, aunque en total somos entre cuatro y cinco», indica. Completa que siempre tienen las puertas abiertas para toda aquellas personas que quieran sumarse.Preguntada sobre cómo se enteran las familias de que se lleva a cabo este proyecto, Tribó dice que el boca a boca funciona «muy bien», que ponen carteles informativos en parroquias y que muchas de las madres ya las conocían porque asisten a clases en las que se las enseña catalán. «Por ello, conocemos sus necesidades. Este es un proyecto consolidado y conocemos mucho a las familias», se alegra.

Por otro lado, el voluntario y responsable del proyecto IMBRA, Josep Ruiz, explica que «es importantísimo integrar a las personas que vienen de fuera» y eso es lo que hacemos en este proyecto: enseñar catalán a personas extranjeras, sobre todo, mujeres». El proyecto tiene 15 años de trayectoria y, como en el caso anterior, se mantiene gracias a la labor de los voluntarios.

«Se les da herramientas para dominar el idioma y mantener una conversación sencilla para hacer una gestión determinada o ir a comprar. La mayoría son de Marruecos y de Latinoamérica y las hay sin estudios. Al principio, nos ocupamos de buscar personas voluntarias y conseguimos que las clases se ubicaran en el Centre Cívic Migjorn», resume.

Las clases se adaptan al nivel de cada una. «Este año, tenemos 32 y las hemos dispuesto en cuatro grupos, se ocupan de IMBRA cuatro voluntarias. Las más jóvenes cuentan con más bagaje y las hay que hace falta alfabetizarlas, que aprendan a escribir las letras», añade. Ruiz explica que el proyecto surgió de la voluntad de la ciudadanía. «De una mujer que tuvo la intención de ayudar y se ha ido dando continuidad a la idea. La mejor publicidad son las recomendaciones», corrobora.

Ayudas y temporadas

La presidenta de la asociación benéfica Nos Ayudamos, Pilar Velázquez, cuenta que «siempre hay necesidad de voluntarios». La finalidad de la entidad es repartir alimentos a familias necesitadas de Reus y alrededores, así como a personas sin hogar. «Damos prioridad a aquellas que tienen una situación más precaria», declara.

Sobre las personas voluntarias que la ayudan «van y vienen, según la necesidad», puesto que «hay voluntarios que lo hacen, a la vez que necesitan ellos también; volvieron sobre todo por la crisis. Nos encontramos con todo tipo de situaciones y, en estos 12 años de trayectoria de la entidad, nos hemos topado con gente que realmente se esfuerza en ayudar», expresa. Últimamente, incluso, hasta su hija se suma a ayudarla. «Siempre lo ha visto en casa», se sonríe.

A través de colectas que realiza Nos Ayudamos durante el año consigue alimentos que va repartiendo por familias. «Realizamos, también, junto con la empresa Qualiy de Reus una recogida de juguetes por Reyes, que repartiremos en Diverty Espai el 4 de enero a las 16 horas. Por la mañana recogeremos alimentos y productos de higiene personal que la gente quiera traer de forma altruista, es algo muy necesario por estas fechas», manifiesta, siempre sin olvidar el apoyo de «Luís, de Kelisidina Ayuda con la campaña solidaria Pajes Mágicos y los roscones de Joan Cervelló, de la Panadería Cervelló de Tarragona».

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