En la estación de autobuses de Reus «falta información». Esto es lo que denuncian muchos usuarios que pasan a diario por esta infraestructura, puerta de entrada para visitantes que llegan a la ciudad. En la zona de los andenes hay un par de paneles. Uno está totalmente vacío y en el segundo, las compañías tienen colgados algunos horarios. También hay carteles repartidos por varias columnas. No obstante, los usuarios lo ven insuficiente, dado que solo aparece información de horarios y paradas, pero no de qué andén sale cada autocar.
Otra opción es acceder al edificio, donde hay más tableros informativos. En este caso, los andenes están indicados en rotulador, pero los usuarios lo ven caótico y quieren que haya alguien en la ventanilla de información. «A menudo no hay nadie», exclaman.
Rosa Maria Alcaraz, usuaria habitual, explica que «en principio, a partir de las 12 h tendría que haber una persona a información, pero prácticamente no está», comenta. Ella es originaria de Barcelona y está acostumbrada a moverse con transporte público. «Comparo con Barcelona, que tienes información por todas partes, y aquí falta mucho. Si tienes dudas no hay quien te las resuelva». Señala los carteles que hay tanto en el interior del edificio como en los andenes, «pero no son suficientes».
A pocos metros, Natalia, una joven, está mirando entre los carteles colgados en un panel, intentando saber a qué hora hay bus para Cambrils. «Veo que sale uno a las 12.30 h... Pero no sé de qué andén», comenta. Explica que en este caso necesitaría preguntar a información, «pero me he encontrado que, en horario de atención, no hay nadie». En todo caso, «supongo que quizá sale el bus desde el mismo andén que Salou, pero tengo muchas dudas», admite. Al final, opta por preguntar a otra gente que está por la estación de bus, «a ver si alguien sabe algo. Y si no, estaré pendiente de cualquier movimiento de autobuses e ir preguntando». En el interior del edificio, una usuaria está delante de la ventanilla de información, pero nadie la está atendiendo.
«En general, creo que la estación está en condiciones, pero es cierto que falta un panel digital con toda la información bien visible», exclama Pere, que vería bien una pantalla como la que hay en el interior de la estación de buses de Tarragona. Puntualiza que no es usuario, «pero vengo casi a diario por la zona».
Lo que sí hay en Reus es un pequeño panel digital. Pero no recoge toda la información. Faltan solo cuatro minutos para las 12.30 h, la hora que tendría que salir el bus que busca Natalia hacia Cambrils, pero en la pantalla solo hay indicados los autobuses con destino Tarragona. «Es que en las webs de las compañías tampoco me aclaro. Es complicado buscar información», incide esta joven. Y es que, en realidad, los usuarios admiten que las problemáticas con el transporte público transcienden la propia estación de autobuses.
En esta línea, la conectividad es otra de las quejas. En el caso de Rosa Maria, explica que actualmente vive en Vilallonga «y de allí no tengo ningún bus directo, sino que tengo que pasar por El Morell». Además, hay pocas frecuencias. «De hecho, acabo de perder el bus. Se ha ido delante de mis narices y el siguiente pasa en una hora. Al final he optado por llamar a mi hija, que me pasará a buscar en coche», relata. A pesar de las dificultades, sigue apostando por el transporte público. «Hay que hacerlo. Es más limpio», explica, aunque también entiende la comodidad del coche privado.
Siguen las goteras
Otra queja de los usuarios son las goteras. Es un problema que persiste a pesar de que en 2019, Generalitat invirtió alrededor de 100.000 euros para realizar más de una docena de acciones de mejora en la infraestructura. Era una intervención para actuar de forma puntual, pero sí preveía acabar con las goteras, reponiendo elementos de la claraboya y también del canalón de recogida de aguas pluviales. «Pero sigue entrando agua cada vez que llueve y se encharca», dice Pere. Así también lo indica Rosa Maria, que se pregunta «en qué invirtieron, porque no se ha notado en nada», y señala el suelo, donde hay las marcas de los charcos que generan las goteras.
La intervención de 2019 también preveía nivelar algunas zonas del suelo, colocar nuevos números en los andenes, reponer el rótulo de la estación y las vitrinas de información y pintar los pilares. A pesar de todo ello, los usuarios siguen pensando que la estación de buses necesita un lavado de cara.
También hay quejas por la falta de iluminación por la noche. Como recuerdan fuentes municipales consultadas, el Ayuntamiento invirtió el año pasado en la mejora del nivel lumínico del entorno de la estación de autobuses. Una actuación incluida en el servicio de mantenimiento del alumbrado público. No obstante, la infraestructura en sí sigue con puntos oscuros lo que da «sensación de dejadez», según denuncian algunos usuarios que, además, se quejan incivismo y faltan de limpieza. A modo de ejemplo, justamente ayer había un colchón en la pista de futbol ‘Cruyff Court, El Carrilet de Reus’, que se encuentra en la misma estación.
Con todo, los usuarios esperan que se lleve a cabo alguna renovación de la infraestructura en el marco de la reforma urbanística prevista en el entorno del Carrilet. No obstante, desde el consistorio recuerdan que la infraestructura es de la Generalitat.