Se acercan las elecciones y, con ello, pisan el acelerador las últimas obras que materializará este gobierno antes de la cita con las urnas. El ejecutivo local tiene recién iniciadas o a punto de hacerlo, a escasos cuatro meses del 28-M, una decena de intervenciones de relevancia.
Al menos diez actuaciones son las que destacan fuentes municipales consultadas sobre los trabajos que vendrán. Mencionan movimientos de despliegue de nuevos tramos de carril bici y adecuación del Museu d’Història, pasando por la V Verda, la Hispània, segundas fases del Mas Totosaus y la sede de Protecció Civil, la creación del Centre Cívic Gregal, la reurbanización de la plaza del Víctor, planes directores de mantenimiento de la vía pública e incluso avances en la estación de Bellissens.
El Ayuntamiento desvincula las obras de los comicios y asegura que «el importante volumen de ellas previsto para los próximos meses no tiene nada que ver con el calendario electoral, sino con la planificación del mandato, la mejora de la situación económica municipal y la recuperación del esfuerzo inversor».
Precisa, en este sentido, que entre las intervenciones que se llevarán a cabo «hay algunas de tramitación compleja, por ejemplo el proyecto de aparcamiento, viviendas de protegidas y equipamientos de la Hispània», y «otras con una calendarización anual, como es el caso de los planes directores de mantenimiento de la vía pública».
El alcalde de Reus, Carles Pellicer, que no concurre y pondrá fin en mayo a una etapa de 12 años al frente del consistorio, defiende que «el gran volumen inversor que el Ayuntamiento de Reus tiene en marcha se ha venido haciendo de forma planificada desde el primer día de mandato y ha crecido de manera considerable gracias al presupuesto de 2022, el más importante de la última década».
El indicador ha vivido una notable evolución desde 2019 y acumula durante este periodo 83,2 millones de euros. Pellicer habla de «planificación y rigor en la gestión económica», que «nos permiten impulsar inversiones y dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía».
En la lista del gobierno –probablemente más amplia de lo que reflejan esos diez ítems–, un proyecto que ya está en marcha es el de la reforma de la plaza del Víctor y su entorno. La primera fase de las tareas arrancó esta semana, con un presupuesto de 655.000 euros para pacificar las calles Ample, Miró y Santa Helena. La transformación tiene partidarios y detractores, y ha despertado cierta inquietud entre algunos comerciantes.
Sin embargo, el presidente de la Associació de Veïns Reus Nord, Josep Ramon Ferré, opina que «priorizar al peatón frente al coche será una mejora para el barrio» y señala que «las personas somos conservadoras y los cambios siempre generan quejas pero este, en principio, tiene lógica».
Y aún otro tema que afecta de lleno a esa parte de Reus es la construcción del Centre Cívic Gregal, que debe comenzar en estos primeros compases del año con la habilitación de la nave del antiguo almacén de vinos del Palau Boule a través de una inversión global de 2,5 millones. En este sentido, Ferré explica que «nuestro centro cívico de referencia era el del barrio Gaudí, así que no iba nadie». «Así, tendremos actividades y todo quedará conectado con la plaza del Víctor», celebra. Para dejar sitio al Gregal, los pasos de Semana Santa que ocupaban el inmueble se trasladaron al polígono Granja Vila o a sus sedes canónicas.
Oposición vecinal
También hay actuaciones que vienen precedidas de oposición vecinal. Una es el complejo de la Hispània, a licitación por 22,6 millones. Desde hace unas semanas, residentes en los alrededores de la zona azul de la Riera Miró recogen apoyos para frenar la excavación de un parking subterráneo en ese punto, donde el suelo está contaminado por la actividad de las antiguas cocheras.
Lourdes Ramon, portavoz del vecindario movilizado, explica que «ya tenemos bastantes firmas, hemos dejado formularios en varios sitios y en unos días estaremos en el Carrilet». «De ninguna manera queremos un aparcamiento de tres niveles. Allí estaba prevista una zona verde», subraya.
Preguntada sobre la situación, la presidenta de la Associació de Veïns Horts de Miró, Pilar Flamenco, indica que «el compromiso con la asociación es que se nos vaya informando en todo momento sobre los avances y se nos haga llegar el protocolo a seguir para la retirada del plomo. Queremos que se retire con las máximas garantías». Sobre la conveniencia del futuro complejo urbanístico, que se acompañará de viviendas, valora que «todo dependerá de la gestión y el uso», teniendo en cuenta que «como barrio, crecer con los servicios adecuados y acordes debería estar bien».
Otra cuestión que el Ayuntamiento incluye en su compendio de acciones para antes de finalizar el mandato es la estación de Bellissens, sin aclarar si se refiere a la infraestructura ferroviaria como tal –que debe ejecutar Adif– o al llamado paso de ciudad que responde a la iniciativa municipal. Obras relacionadas con Bellissens figuran en los planes pese a que, con las elecciones ya prácticamente encima, los plazos parecen ciertamente ajustados.
Adif adjudicó en enero de 2022, por 349.000 euros, la redacción del proyecto de la estación, con un margen de 15 meses para elaborarlo. Y en cuanto al paso de ciudad, «definitivamente no lo queremos», apunta el presidente de la Associació de Veïns El Roserar de Mas Iglesias, Francesc Jornet, que reitera una idea que los vecinos vienen lanzando desde que se planteó: «Ya tenemos otros pasos, a la estación se podrá acceder desde ambos lados de la vía y se va a dedicar a eso mucho dinero cuando lo que había proyectado era un puente, que sí lo queremos».
Jornet explica que ese mismo criterio es compartido «con las asociaciones de vecinos de Juroca, Fortuny, Montserrat o la Federació d’Associacions de Veïns de Reus» y que «si se trata de invertir, hay muchas cosas en este barrio y en otros en los que haría falta». «Si ponen una piedra, habrá respuesta», dice.
Igual que él, Eduardo Navas, el presidente de la Associació de Veïns I de Maig, entidad que también rechaza el paso, lanza una pregunta: «¿Cómo se hará para coordinarlo con la URV? ¿Será público el paso o tendrá alguna restricción?». «Ya tenemos pasos por todas partes. Nadie duda de que queremos la estación, eso está claro, pero no el paso de ciudad», aclara.
El inicio de proyectos de amplio alcance
En cuanto a las obras de urbanización y paisaje de la riera de la Abeurada, el primer paso de la V Verda, salieron a concurso por 164.500 euros y a finales de enero ya contaban con propuesta de adjudicación. Supondrán la creación de dos miradores y mejoras en la biodiversidad. El Museu d’Història espera iniciar su puesta al día con un lavado de cara de los accesos que costaría cerca de 300.000 euros.
También recientemente se han adjudicado, por unos 275.000 euros, nuevos tramos de carril bici en las avenidas de Falset y Salou, entre otros. Y los planes de vía pública de las anualidades 2022 y 2023 mejorarán acercas, jardinería, alumbrado, mobiliario y fuentes ornamentales y de boca de la ciudad. Mañana mismo se iniciarán labores de asfaltado de algunas calles.
La rehabilitación del Mas Totosaus para convertirlo en espacio administrativo y el acondicionamiento de una nave del Camí de Riudoms como nueva sede de Protecció Civil comenzarán pronto sus respectivas segundas fases.