Esta vía paralela al Paseo de Sunyer y de bajada hacia el centro debe su nombre a un reusense de familia ilustre. Pròsper de Bofarull, tío de Antoni Bofarull i Broca, fue historiador y archivero reconocido a nivel nacional. No queda mayor reminiscencia suya en esta calle que, aunque alejada del foco comercial, incrementa cada vez más su apuesta por la rama sanitaria y terapéutica, con diferentes negocios y centros de salud que siguen en auge en los últimos años.
Un cambio de mentalidad
Ese ‘éxito’ progresivo lo han vivido de primera mano en El Brot, quienes fueron pioneros hace 44 años como la primera tienda-cooperativa de autoconsumo. Eran una veintena de personas y por aquel entonces no existían las cooperativas de consumidores, como cuenta una de sus socias, Carme Pagès, pero iniciaron contactos con payeses del territorio cuando «los ecologistas eran considerados frikis, pues hasta los años 90 no hubo esa sensibilidad» o, más recientemente, la preocupación por la sostenibilidad alimentaria.
Con todo, El Brot se ha convertido en un punto de encuentro para «una treintena de payeses que traen sus productos directos del campo». Velan por que su actividad continúe y apuestan por la calidad de la proximidad frente a las grandes superficies que han ido rompiendo la cadena productiva –con total libertad– a través de precios que no se ajustaban a la realidad. «Tú quieres funcionar de forma distinta, pero estás dentro del sistema y te ‘comes’ las consecuencias», evidencia Júlia, otra socia de la cooperativa, ante las dificultades que han soportado para seguir levantando la persiana.
Es más, Pagès reconoce que «hay colectivos que contribuyen a la alternativa» y que mantenerse es clave para garantizar un «control sobre nuestra alimentación». Sobre todo, tratándose del ámbito local y de una ciudad como Reus, en la que proliferan negocios que ponen el foco en la salud.
Precisamente, la de Pròsper de Bofarull ha acogido en los últimos años nuevos proyectos terapéuticos y enfocados al bienestar físico y emocional, como ADIA Reus. Su fundadora, Gemma Arrufat, señala que «las personas que buscan alimentación ecológica también están interesadas en otros cuidados y actividades» para las que es primordial contar con un ambiente tranquilo y menos masificado que el centro de la ciudad o aquellas zonas más comerciales.
Nuevas apuestas
Ello ha motivado nuevos tipos de negocios en el barrio y una creciente preocupación general por prácticas más saludables. «No existe una colaboración como tal, pero hay bastante predisposición por parte de los vecinos y los diferentes centros somos complementarios a lo que hacemos», describe Arrufat. En su caso, aunque ya disponía del local, desde el principio consideró que era una ubicación ideal para el desarrollo de profesionales de la salud y decidió apostar por un coworking con espacios compartidos.
Asimismo, algo que ambos negocios evidencian es que pese a no estar en el centro, pasa suficiente gente gracias al movimiento que genera la estación. Sin embargo, Carme Pagès lamenta que «la gente pasa y no se da cuenta de que hay una tienda, hay coches que les quitan visibilidad...», pero afirma que «si tuviesen que vender el local para trasladarse, la situación se complicaría». Especialmente, pensando en esa clientela fija que lleva siéndoles fiel tanto tiempo y que se suma a los asociados que contribuyen con su compraventa y sus horas de trabajo en la cooperativa.
Por ello, tampoco la competencia –VIU L’Ecològic, Veritas– supone un inconveniente, pues «en Reus hay mucha variedad y es preferible a las grandes cadenas que están acabando con el pequeño comercio», afirma Pagès.
Por su parte, la fundadora de ADIA Reus añade que la valoración de la zona de Pròsper de Bofarull es positiva, incluso por la cercanía de los aparcamientos municipales y algunas plazas de carga y descarga; y destaca que la limpieza de la vía pública es una forma esencial de ayudar a aquellos que emprenden en la ciudad.
La recuperación municipal de este espacio multidisciplinar y la apuesta por un programa cultural ha convertido la antigua fábrica de licores en un foco de actividad social en la ciudad.