Reus despidió la mañana de este miércoles al escritor y poeta Xavier Amorós con una ceremonia religiosa, oficiada por el prior Joan Antoni Cedó en el tanatorio municipal. La sala se quedó pequeña para albergar a quienes quisieron dar el último adiós al Fill Il·lustre, fallecido el lunes a los 99 años. Familiares, amigos, miembros del actual gobierno y de consistorios anteriores, representantes de entidades culturales y sociales y de otras instituciones de la demarcación acudieron al responso.
El prior, que guardaba una relación personal con Amorós, recordó que «lo conocía de hace años, de cuando era pequeño» y expresó que «hoy, con su muerte, hay que decir que en él tenemos un referente. Nos lo recuerdan todos los reconocimientos, que son realmente memoria de todo lo que supone».
Cedó se dirigió a una de las hijas del autor y apuntó que «hace un tiempo, saliendo de un encuentro literario cerca de aquí, alguien me dijo que escucharla es como un paraíso de paz y usted me comentó que lo aprendieron en casa. Xavier Amorós también nos indica ahora el camino hacia ese paraíso interior que todos debemos hallar».
Durante la ceremonia, sobria pero sentida, se dio lectura a unos versículos del Apocalipsis de San Juan. «No despedimos a una persona porque lo que más amamos de ella lo querremos retener y eso es lo que tiene más valor», añadió el prior, que dijo que «no se puede buscar lejos a quien se lleva en el corazón, que formará parte del paraíso interior».
El recuerdo funerario refleja un poema de Ventura Gassol, Les tombes flamejants, del que Cedó destacó los últimos versos: «Un dia es féu una claror d’albada / i del fons de la tomba més glaçada / fremí una veu novella al cant dels cants: / Foc nou, baixa del cel i torna a prendre. / Ja ha sonat l’hora d’esventar la cendra, / oh Pàtria de les tombes flamejants».
«Ojalá aprendiésemos, los ciudadanos, a amar a los referentes para acoger sus valores», subrayó el prior, que indicó que «en Reus tenemos uno muy bonito y positivo en la Mare de Déu de Misericòrdia, a quien le pedimos mireu-nos amb ulls d’amor». «Hoy, pidámosle a Xavier que no deje de mirar a su familia, a su ciudad y a su país amb ulls d’amor», concluyó.
Al finalizar la ceremonia, se sucedieron las condolencias, que ya se habían hecho públicas desde todos los ámbitos de la sociedad reusense en los últimos días. La capital del Baix Camp celebrará, de hecho, el Any Xavier Amorós el próximo 2023 para poner en valor, tal como la definió el alcalde, Carles Pellicer, «la voz que ha escrito la crónica de la ciudad de buena parte del siglo XX».