Reus abre 16 camas para que pernocten personas vulnerables

El servicio residencial de estancia limitada del Centre Social El Roser acogerá a usuarios mayores de edad a partir del lunes, en dos habitaciones con literas y patio para mascotas. Tendrán duchas, lavandería y salón para comer

03 noviembre 2022 18:35 | Actualizado a 03 noviembre 2022 18:40
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El Centre Social El Roser de Reus ha puesto en marcha este 2 de noviembre su servicio residencial de estancia limitada para personas en situación de exclusión, el último que quedaba por desplegar en el equipamiento inaugurado a principios de año. Los primeros usuarios entrarán a partir del próximo lunes, día 7. Para ello se han habilitado un total de 16 plazas, repartidas en dos habitaciones con literas, en las que podrán pernoctar personas mayores de 18 años. Están equipadas con patio y doble recinto para animales de compañía, además de duchas, servicio de lavandería y un salón donde comer.

«Ojalá no fuese necesario, pero hoy por hoy todavía lo es», explicó esta mañana al alcalde de Reus, Carles Pellicer, sobre esta nueva prestación de bienestar social con la que El Roser «atenderá a las personas en todas sus vertientes de necesidad y en la vulnerabilidad, sea cual sea su contexto, cuando tengan urgencia» y «las empoderará». Las duchas y la lavandería también estarán disponibles, durante el día, para quien las necesite pese a que no se aloje en el edificio.

Para acceder a una plaza, las personas deberán incorporarse al desarrollo de planes de trabajo que sirvan para encontrar salida a la situación que les llevó allí. El servicio, por tanto, se dirige a perfiles concretos. Este «es diferente a los recursos que teníamos y es una alternativa pública con profesionales formados y con conocimientos», añadió el alcalde. Para el resto, el Ayuntamiento mantendrá el uso de habitaciones de hostales y fondas que venía contratando.

El apoyo social se realizará con un equipo propio y externo, y habrá personal dedicado a la propia acogida y a velar por la buena convivencia en las instalaciones. En cuanto a la manutención, las personas que pernocten en El Roser aprovecharán el comedor social que se ha ubicado dentro del mismo equipamiento. Así, al mediodía recogerán el menú de esa comida y otra ración para la cena, que se almacenará en neveras y se servirá por la noche «con un sistema similar al que tendría un bufé». Los mismos usuarios se harán cargo del mantenimiento y limpieza de las vajillas y los utensilios que empleen. El servicio se adjudicó mediante concurso público a la empresa SUARA Servei SCCL. Su activación ha comportado la creación de once puestos de trabajo.

El comedor, la despensa y el café

Aunque las camas se incorporan ahora, la asistencia de alimentación de El Roser, lo primero que echó a andar, ya lleva 10 meses en funcionamiento. El comedor social abrió el 10 de enero y se ha convertido en el único de la ciudad. Elabora unos 240 menús diarios y tiene capacidad para almacenar productos que se entregan presencialmente para llevarlos a domicilio. La despensa social, por otro lado, abrió el 18 de enero y es otra manera de atender a familias que necesitan ayuda alimentaria: el usuario escoge de las estanterías y la nevera los alimentos frescos o envasados que necesita.

Además, la cafetería del Centre Social El Roser, inaugurada en mayo, ofrece un espacio compartido con el resto de la ciudadanía y con el cercano Institut Gabriel Ferrater de lunes a viernes y de 7.45 a 11.45h. A partir de esa hora, pasa a ser comedor social. En el edificio también se ubica el Programa de Gestió Alimentaria, que cumple 10 años.

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