Las escuelas públicas y concertadas de Reus han recibido 910 solicitudes de preinscripción en P3. Inicialmente, había 944 plazas ofertadas. «Hay plaza para todo el mundo», asegura el concejal de Educació, Daniel Recasens. Aun así, el edil señala que se trata de números cambiantes y hasta el próximo 7 de junio, no se publicarán las asignaciones definitivas en cada centro. Sin entrar en detalles para no perjudicar ni beneficiar a ningún centro, el concejal asegura que en términos generales hay una tendencia similar a los otros años a la hora de escoger escuela.
Este año, en el padrón había 99 alumnos menos que cursarán P3 el próximo curso. Cuando hay un descenso demográfico hay el riesgo de que se cierren algunas líneas. Recasens reconoce que en los últimos años encadenaron algunos cierres «muy dramáticos» y en esta ocasión «pedimos al Departament d’Ensenyament que se buscara una solución imaginativa», para evitar el cierre de líneas porque asegura que «cuando pierdes un grupo, cuesta mucho recuperarlo». Por ello, se decidió rebajar la ratio de alumnos, pasando de 23 a 15 en cuatro escuelas para mantener los grupos. En total son 48 los grupos que hay de P3 en toda la ciudad.
Esta medida se ha implementado en la escuela Isabel Besora, Eduard Toda, Rubió i Ors y La Vitxeta.
Desde el curso 2012/2013 hasta el 2018, en la ciudad cerraron hasta 11 grupos de P3. Cabe recordar, que en 2018/2019 cerraron dos líneas de P3 en la escuela Isabel Besora y en Joan Rebull. Ese mismo curso, por lo contrario se abrió una en la escuela Eduard Toda, lo que generó polémica entre las madres y padres. Aun así, en 2020 la Isabel Besora consiguió recuperarla la línea de P3 de nuevo dos años después, en el curso 2020/2021.
El concejal, explica que la medida de reducir las ratios a 15 alumnos les permite trabajar la oferta de plazas de una manera «mucho más equilibrada», para evitar reducir todas las plazas de un mismo centro y «castigar» a un centro y una zona escolar.
Aunque finalmente haya más peticiones para entrar en alguna de estas cuatro escuelas, desde el Ayuntamiento aseguran que se intentará respetar las ratios para «equilibrar» al máximo la escolaridad en toda la ciudad.
Recasens defiende que es muy importante salir con una oferta ajustada. Se trata de una de las medidas para evitar la segregación. Una de las problemáticas con que se encontraban algunos centros de la ciudad menos demandados, es que la matrícula viva –los alumnos que llegan a un centro a mitad de curso–, se concentraba en estas escuelas. Hay que tener en cuenta que gran parte de la matrícula viva, requiere de necesidades especiales. «Si tenemos una oferta más ajustada y planificada, nos permite que sea cual sea el flujo de matrícula viva el repartimiento sea más equilibrado».
Durante los últimos años la matrícula viva ha tenido una tendencia ascendente, aunque el año pasado con la pandemia, se redujo el flujo de alumnos que cambiaban de centro. Habrá que ver si tras la pandemia, la tendencia es ir a las zonas rurales o las urbanas.
Otra de las herramientas que ya hace años que se aplica para luchar contra la segregación es la zonificación. Con este sistema, cada familia tiene preferencia a la hora de escoger entre los cinco centros educativos más próximos a su lugar de residencia. Tres son privados y dos concertados.
Hay escuelas, como por ejemplo La Vitxeta, entre otras, que están fuera de zona, porque están más alejadas y pocas personas la podrían tener dentro su radio de acción.
Este año, como novedad, también se estrenó la adscripción única en los centros de secundaria. Una medida que pretende luchar también contra la segregación pero que ha generado mucha polémica entre madres y padres.
La adscripción única es un modelo que plantea la Generalitat y se ha asignado un único instituto a cada centro de primaria. Hasta el momento, los alumnos de las escuelas tenían varios centros de secundaria de referencia entre los que escoger.
Según Recasens, se ha ido centro por centro a informar de este nuevo sistema y se ha acompañado a aquellas madres y padres que tenían dudas. Durante las preinscripciones, algunos centros también manifestaron algunas dudas al consistorio.
La principal preocupación de las madres y padres era saber si sus hijos, con este modelo tendrían plaza asegurada: «Sí, hay plazas para todos», recuerda el concejal.
Los alumnos que tengan hermanos mayores en otros centros de secundaria, que no sean el que les tocaría con la adscripción única, tendrán prioridad para acceder en esos institutos.
El Ayuntamiento también está trabajando soluciones para los alumnos que tengan que hacer un desplazamiento considerable hasta el instituto asignado. Y recuerdan que será la administración local la que se haga cargo de sufragar el coste del transporte en estos casos.
Algunas familias han criticado este modelo de adscripción única. Durante el período de preinscripciones, en un comunicado señalaron que «jamás nos hemos pronunciado en contra de este modelo de adscripción única», sino que lo han puesto en duda. Dijeron que la segregación escolar les preocupa, pero se preguntan cómo se evitará «con este mapa escolar que se ha dibujado», por lo que tachan el nuevo modelo de «poco riguroso». Como por ejemplo, algunas familias de la escuela Misericòrdia que se mostraron sorprendidas de que su instituto de referencia sea, ahora, el Institut Gaudí, y es que recuerdan que ambos centros son de alta complejidad, además de estar muy lejos el uno del otro, a más de 2 km de distancia.
Este grupo de familias contrarias al nuevo modelo se mostraron especialmente indignadas con el proceso llevado a cabo. Y es que dicen sentirse «ignoradas por la concejalía de Educació de nuestro consistorio», considerando que «no se ha llevado a cabo todo el proceso participativo».
Este curso 2020/2021 aumentó el número de alumnos de secundario y para ello, se abrió un nuevo grupos de 1º de ESO en el Institut Roseta Mauri. En total, en toda la ciudad hay 52 grupos. Las ratios se mantienen en 30 alumnos aunque los centros de máxima complejidad que lo acordaron la mantienen a 27.
