La necesidad de suelo industrial es «histórica» en la ciudad y desde la Associació de Polígons de Reus (APIR) señalan que «para que las empresas crezcan en Reus necesitamos más, algo que será positivo, también, para atraer a nuevas empresas». Este tema, entre otros, es un asunto –comenta el presidente de la APIR, Vicenç Ferré– que «comentaremos próximamente con el nuevo gobierno, con el que tenemos previsto reunirnos próximamente».
Como recordatorio, ya el anterior gobierno había realizado un estudio de detección de necesidades de los también llamados polígonos de actividad económica (PAE) y en su momento el concejal de Empresa i Ocupació, Carles Prats, dijo que para el próximo mandato, se trabajaría en una prospección del suelo industrial para responder a esa necesidad de crecer, «pero que ya será de cara al próximo mandato». «Esté quien esté en el gobierno, tendrá que modificar el POUM para cambiar los usos estipulados de según qué polígonos, para conseguir más espacio», resumió Prats por entonces.
En la actualidad, el concejal del área de Promoció Econòmica i Coneixement, Josep Baiges, considera «prioritario» terminar el inventario del suelo vacante en la ciudad con el objetivo de tener «una herramienta que permita identificar las parcelas disponibles y sus características». Una vez identificado el suelo disponible y las posibles carencias y oportunidades, «estudiaremos la puesta en marcha de medidas que, desde la colaboración entre administraciones, empresas y propietarios, desplieguen fórmulas para hacer competitivo el suelo industrial disponible en Reus».
Finalmente, el edil Baiges plantea «trabajar en el despliegue de líneas de incentivos a las empresas para atraer las inversiones industriales en la ciudad, así como en la aceleración de trámites administrativos con el impulso de la ventanilla única y el acompañamiento estratégico de las empresas con técnicas de softlanding».
Modificaciones puntuales
Ferré de la APIR expresa que, por el momento, la administración local, con el objetivo de contar con más suelo industrial, «lo que ha ido haciendo ha sido aprobar modificaciones puntuales del plan de ordenación urbanística, que evidentemente requieren menos burocracia, que hacer una modificación general». Por poner un ejemplo de ello, se podría destacar la aprobación de la modificación puntual del Pla Parcial Urbanístic del Sector H.12 ‘Mas Sunyer’, ubicado entre la carretera T-315, la Autovía A-7 y la AP-7, entre Vila-seca y la Canonja, aunque todavía dentro del término de Reus. El trámite buscaba crear una isla de grandes dimensiones mediante la agrupación de varias islas actuales, trámite que permitía obtener un espacio conjunto de algo más de 17 hectáreas. «Allí habría espacio ideal para acoger una gran empresa de perfil logístico», apunta Ferré.
De hecho, dicho espacio pudo tener esa posibilidad, la de albergar una compañía de esas características, puesto que el año pasado se dijo que la empresa de comercio electrónico Amazon habría buscado una extensión amplia para disponer allí una nave logística, algo que no llegó a cumplirse, porque el pasado verano esta se echó atrás.
Este gran espacio, el de Mas Sunyer, está aún por ocupar. Fuentes municipales consultadas, expresan que, al menos de momento, no han recibido ninguna comunicación ni oferta de ninguna empresa para querer afincarse en ese sector.
Otro ejemplo de modificación urbanística aprobada es la de la zona del Roquís, la cual hace un año recibió luz verde de la Comissió Territorial d’Urbanisme del Camp de Tarragona. Con el trámite resuelto, el proyecto permitía desarrollar este nuevo sector industrial en la zona poniente de Reus abriendo la puerta, también, al inicio de un proceso urbanístico para una zona que va más allá de su ámbito.
De hecho, a modo de repaso, en el apartado de justificación del documento y de acuerdo al Pla General d’Ordenació Urbanística Municipal (PGOUM), se expuso que el hecho de desarrollar dicho ámbito suponía, entre otras cuestiones, «iniciar un proceso urbanístico para una zona que va más allá de su ámbito, cosa que reconoce el mismo PGOUM cuando especifica ‘este ámbito se ha estudiado conjuntamente con los ámbitos cercanos C-3, C-4, C-5 y C-7 para conseguir un gran espacio central, El Parc de l’Oest’».
El plan recién aprobado entonces, despertó ya desde sus inicios el malestar de varias entidades, que observaron el replanteamiento de la zona del Roquís como una «amenaza» ante la «pérdida de suelo agrario». La meta de la empresa impulsora de la modificación urbanística, Industrias Preciber, fue crear más de 25.500 m² de suelo industrial, que se localizará en la parte central y este del sector. La superficie del sector C-6 es de 58.827 m².
Aparte de naves industriales, el proyecto tenía previsto casi 6.000 m² de espacio verde, que se situaría en una franja de unos cinco metros, en contacto con la calle de Recasens i Mercadé por el oeste, y otra franja de entre 30 y 64 metros en contacto con el Barranc del Mas del Gassot por el norte. Desde dicha empresa, por entonces, pusieron en valor la «singularidad» del proyecto y que su objetivo era «crecer, siempre, preservando el entorno».
Más de un año de trayectoria al frente de la APIR
El presidente de la Associació de Polígons Industrials de Reus (APIR), Vicenç Ferré, hace un balance positivo tras estar al frente de la entidad desde hace algo más de un año. Señala, incluso, que han crecido las empresas adheridas en ese periodo de tiempo. Cuando Ferré asumió el cargo eran un total de 35 «y ahora son 40».
Agrandar la agrupación se logró, «gracias a la jornada empresarial organizada por la APIR, en la que se expuso, entre otros puntos, que desde el Ayuntamiento de la ciudad se trabajaba en un estudio que daría a conocer las actividades económicas de los diferentes polígonos de la ciudad». Este tipo de actos, «ayudan a los empresarios a estar al día y eso les interesa». La dinámica de trabajo interna en la asociación, por otro lado, «sigue siendo la misma desde que Gerard Pagès ostentaba la presidencia y la junta, más o menos, es la misma».
La comunicación con la administración local «ha sido otro factor importante para poner en marcha iniciativas a corto plazo, para visibilizar las diversidad empresarial que hay en los polígonos y cómo pueden estos potenciar su crecimiento». Por el momento, cuenta Ferré, «el Ayuntamiento ha mostrado buena voluntad, nos ha tenido en cuenta y claro está que lo que nos beneficiará es que haya mejoras presupuestarias para realizar mejoras en los polígonos, lo tedioso es la lentitud burocrática».