¿Será su mandato continuista respecto al de Jordi Just?
Trataré de que lo sea, aunque con un talante algo distinto. Gran parte del comité ejecutivo estuvo con él y sigue. Apostamos por el territorio. Me gusta trabajar con discreción y que las cosas den frutos.
¿Qué puede aportar la Cambra a las empresas del territorio?
Es un momento importante para la sostenibilidad y la digitalización. Y un momento difícil para las empresas. Haremos lo posible para apoyarlas en el encaje de esto. Y apoyarlas también es simplificar temas administrativos, una gran reivindicación de los empresarios.
¿Cuáles más hay?
Ayudas. Por ejemplo, los Fons de Transició Nuclear para el Penta I y el Penta II. Es necesario traer inversión, reindustrializar esas zonas cuando las nucleares cierren. Luchamos por estar en la comisión técnica.
El agroalimentario, el vitivinícola y el turístico son sectores clave. ¿Qué planes tiene para ellos?
En cuanto a la Llotja, cada inicio de temporada nos reunimos con los productores de avellana, algarroba y almendra. Hay que colaborar con la internacionalización, sobre todo en lo vitivinícola. Y valorizar el vermut. El turismo tiene un modelo ya consolidado, de volumen y portada, de costa, pero requiere diversificación: el de interior es de gran calidad y genera menos volumen pero más margen, tiene establecimientos destacados y estamos a su lado. Necesita infraestructuras a nivel de electricidad o fibra.
¿Sigue en pie el proyecto del Espai Llotja?
Sí. Buscaremos financiación y saldrá adelante. Será como una oficina de turismo donde la gente entre y vea las DOP, un escaparate de productos y con algo de tienda para el turista. Pasaría por hacer el primer piso, ampliar la terraza y crear un pequeño auditorio con pantallas para proyectar vídeos del territorio. Tenemos un proyecto inicial y la valoración de costes.
En el mercado laboral faltan algunos perfiles cualificados.
Faltan estudiantes de gremios: no hay carpinteros, electricistas, instaladores... No atrae. Se quejan las industrias. La figura del aprendiz que iba subiendo se ha perdido. La orientación a alumnos en los centros debe mostrar todas las salidas. La Cambra incide en eso con charlas, ferias, FP Dual y, en general, la formación es un puntal para nosotros. Los trabajos que antes pensábamos que eran sucios o pesados se han mecanizado y profesionalizado, y ofrecen buenos salarios. Las empresas están dispuestas a incorporar y formar. Hay plazas que no se cubren. Lo TIC se superó y faltan perfiles de toda la vida.
¿Cómo atraer inversión a nuestras comarcas?
Hablamos con cualquier industria que llame a la puerta y nos enfocamos también en que lleguen. Estamos batallando el proyecto de la FEPICAR (Federació de Polígons Industrials de la Cambra de Reus) para que los polígonos de las cinco comarcas queden bajo el paraguas de la Cambra. Cualquier empresario que quiera instalarse o ampliar podría tener información y saber si hay sitio y dónde. Esto puede ejercer de central de compras, como lobby... Tenemos ya algunos contratos y hay ayuntamientos dispuestos. Las elecciones lo paralizaron, pero lo desarrollaremos este mandato.
¿Y en comercio?
Trabajamos en la FECOCAR (Federació d’Entitats Comercials de la Cambra de Reus), que está más avanzada. No en todas partes hay asociaciones, pero sí hay cuestiones comunes en el mundo retail que se pueden tratar con nuestros talleres, con capacitación, herramientas. Y sería útil para las APEU.
¿Le ve margen de crecimiento al Aeropuerto de Reus?
Cerrará 2023 con 1.040.000 pasajeros y para 2024 se esperan cerca de 1.200.000. Pero su capacidad es de 2.500.000. Se apuesta mucho por el turismo y los chárteres. Fui a la reunión de la Taula de l’Aeroport y eché en falta que también se tuviese más en cuenta el mundo industrial. Quedamos en que las cuatro Cambres del territorio haremos un plan estratégico para orientar el Aeropuerto a las empresas, y relanzarlo junto al turismo entre todos. Y la Intermodal es básica: plantarse rápido en Barcelona cambiará el escenario.
Hace casi una década que la infraestructura no mueve mercancías, pese a la potente industria local.
Es una de las reivindicaciones. El Aeropuerto está abierto siempre y nos dice que, si hay demanda, la atiende. Estará en el plan: hay que identificar las necesidades de las industrias de la zona y ver si podemos crear una línea de transporte. Al parecer no es fácil establecer una base así, pero hay demanda. ¿Una línea de cargueros que saliera dos o tres veces por semana? No lo sé, debe analizarse.
Con la Intermodal y Bellissens planificadas, ¿qué otras prioridades hay?
Reclamamos, como ya hizo el expresidente, el desdoblamiento de la N-420. Y la C-14 es básica. Hace muchos que no se invierte en la R15 y se tarda lo mismo de Móra a Barcelona que 50 años atrás.
¿Qué ocurre con la Llei de Cambres?
No puede ser que seamos la única comunidad de España sin una. Las Cambres hemos peleado mucho por ella. Hace un par de años se redactó y el gobierno dice «sí, sí», pero no acaba... Sería muy importante porque se nos pide que hagamos de todo sin recibir financiación, vivimos de lo que generamos. También nos daría un marco legal.