Los controles de acceso de coches llegan al Raval de Santa Anna

El Ayuntamiento de Reus está acabando de definir qué vehículos estarán autorizados a entrar en la zona peatonal y cómo se podrán solicitar los permisos para hacerlo

17 mayo 2022 19:52 | Actualizado a 18 mayo 2022 07:00
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El Raval de Santa Anna ha comenzado a equiparse con el paquete de elementos que integra la vertiente más tecnológica de su peatonalización. Ayer, operarios trabajaban en la colocación de los nuevos controles de acceso de vehículos a la zona, cuya puesta en funcionamiento, tal como detallan al Diari fuentes municipales consultadas al respecto, «no será inmediata». Se trata de al menos un par de tótems que ya han tomado forma en la entrada desde la plaza Catalunya y la calle del Roser.

Las mismas fuentes precisan que el despliegue tecnológico previsto en el proyecto de reforma del Raval de Santa Anna «se retrasó por problemas de suministro de la empresa adjudicataria» y en estos momentos «se encuentra dentro del plazo de prórroga solicitado, que finalizará el 30 de junio».

Según detalló tiempo atrás el Ayuntamiento, el cierre físico del Raval a la circulación de coches y motos debería ir acompañado de bolardos automatizados con lectores de matrícula para el acceso de vehículos autorizados, detectores de colas, pantallas informativas sobre el estado del tráfico, cámaras de videovigilancia y cobertura del servicio de wifi municipal como parte de la estrategia smart city.

El control de acceso restringido con lectores de matrícula es, tal como recoge el proyecto, el «servicio más innovador y diferenciador de la actuación». El mecanismo también contempla la «identificación mediante teléfono que llama al número del que dispone el bolardo gracias a la SIM móvil que se pondrá para autorizar el acceso en función del perfil que se identifica».

¿Quién podrá pasar?

En paralelo a la implantación de la infraestructura tecnológica, tal como detallaron las mismas fuentes, el Ayuntamiento trabaja en varias líneas. Por una parte, se está progresando en «la definición y regulación de qué usuarios podrán atravesar cada punto de acceso y en qué horarios van a poder hacerlo». En este ámbito habrá que tener también en cuenta la presencia que tengan los vehículos de emergencias y sus necesidades.

Además, se está consumando la «habilitación del sistema de tramitación para solicitar los permisos de acceso a vehículos autorizados». En tercer lugar, actualmente también se está perfilando «la campaña de comunicación que se realice para informar a los vecinos y a la ciudadanía en general» sobre los usos de la zona peatonalizada, que han cambiado considerablemente en los últimos tiempos.

A principios de este mes de mayo, el Ayuntamiento sacó a licitación pública el segundo tramo de la peatonalización –hasta la plaza Catalunya y también la calle de Salvador Espriu– con un presupuesto de 775.056 euros y un plazo máximo de ejecución de cuatro meses. El proyecto define, en concreto, los trabajos de reforma de la pavimentación, el drenaje, el ajardinamiento y el mobiliario urbano; así como la implementación del control de acceso restringido.

El mobiliario urbano dará singularidad al espacio, igual que ha ocurrido con la primera parte de la peatonalización, entre la plaza Prim y la calle de Santa Anna. Los nuevos elementos se configuran a partir de parklets, de madera con jardinería y plataforma de estancia, que permiten generar nuevos espacios de relación. También se instalarán sillas, mesas, papeleras y bancos de madera, además de aparcamientos para bicicletas.

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