Los presupuestos de los últimos cinco años destinados a financiar las Festes de la Mare de Déu de Misericòrdia de Reus, han pasado de ser de 235.612 € en 2022 y 225.000 € en 2023 a 307.000 € este 2024, según datos oficiales aportados por el Ayuntamiento. Respecto a los años que faltan, 2019 y 2020, son cifras que –señalan fuentes municipales– no las observan como referencia al ser años marcados por la Covid.
Las cifras hablan por sí solas. Ha habido un incremento en la partida y con un extra destinado a ocio al margen de la propia fiesta: con el concierto de Gertrudis, la creación de un festival indie o el monólogo de Pep Plaza, entre otras propuestas. Todo ello, subrayan estas mismas fuentes, se ha producido por esa voluntad de responder a la reclamación ciudadana de contar con mucho más ocio por las fiestas. Desde el Ayuntamiento añaden, además, que lo destinado por Misericòrdia el año pasado se ve reducido basándose en la cantidad de este año al estrenar por entonces mandato y al haber poco margen. Dicho esto, y a pesar de lo que marcan las cifras, las entidades tienen una percepción distinta basada en su experiencia y acotan que hay aspectos de la fiesta que podrían verse reforzados.
La fiesta como inversión
El presidente de la Coordinadora de Danses Tradicionals de Reus, Albert Salas, considera que tanto la Festa Major de Sant Pere como las Festes de la Mare de Déu de Misericòrdia están «infrafinanciadas». «Creemos que, desde Reus Cultur,a la fiesta se entiende como un gasto y no una inversión y las festividades se realizan, especialmente, porque el tejido asociativo tira del carro», expresa. Solo por el mero hecho de que algunos entiendan Misericòrdia –continua– como la fiesta pequeña de la ciudad «no es por ello menor, ni tiene que empequeñecerse en el aspecto económico». «Misericòrdia está protagonizada –insiste– por las entidades, hemos luchado por muchas cosas y sumado esfuerzos y creemos que pueden generarse consensos para lograr un equilibrio, con el fin de poner las cosas fáciles». Le duele reconocerlo, dice, pero hay otras ciudades tienen «muy claro» el tema de las terrazas durante las fiestas, «las retiran», sostiene. También recuerda que para celebrar el Vermulet, el vermut del Ball de Cercolets, que tuvo lugar ayer sábado, «además de pedir permisos, hay facilidades para retirar terrazas».
Pirotecnia subida de precio
La presidenta del Ball de Diables, Alba Robert, manifiesta que ellos reparten la subvención anual, pero la cantidad a lo largo de los años no ha subido en proporción a lo que sí lo ha hecho la pirotecnia: «Para nuestra entidad Misericòrdia es la fiesta más importante y con más actos de fuego; con menos dinero, al final, hay menor calidad y cantidad de material y ofrecemos un espectáculo menos espectacular, la Taula de la Festa Major sirve para exponer cuestiones como esta, ayuda que haya representantes de las agrupaciones para que acerquen nuestra realidad a la administración local».
Robert también aporta que después de la pandemia se ha ido estabilizando todo un poco: «Hemos recuperado mucho a nivel de público, recibimos a más gente y el correfoc y la carretillada, va gustando mucho».
Logística, todo lo que no se ve
El presidente del Col·lectiu Reusenc d’Activitats Culturals (CRAC), Jaume Garrido, cuenta que en la agrupación son 200 socios y reconoce que, con tanta gente y con algo más de dinero siempre se puede mejorar y hacer más cosas. «L’Àliga, por protocolo, se ve limitada a la hora de visitar otros lugares y bailar en otros sitios, pero l’Àliga Petita hará alrededor de tres salidas al año, y son pocas para los más jóvenes, que salen poco y tienen muchas ganas de bailar con ella, si quizá hubiera mayor presupuesto, claro que haríamos más, pero hay mucho trabajo que no se ve y este es el de la logística que comporta mover los elementos festivos». Con el Ball de Sederes, siempre es más fácil, porque la logística «es mucho menor si se compara con transportar una bestia festiva». Otro factor que también podría potenciarse con más recursos serían las colaboraciones entre entidades de otros lugares: «Aquí lo que pasa es que una colaboración responde con otra hecha por tu parte, claro que nos gustaría hacer más salidas y actividades, pero todo comporta un coste».
El origen: Una romería por devoción a la Mare de Déu
La celebración de Misericòrdia en Reus tiene su origen en un tema totalmente religioso, que es la devoción a la Mare de Déu de Misericòrdia. En sus inicios se trataba solo de una especie de romería que incluía solo algún acto de carácter religioso como el Rosari de Torxes. Ya siendo la segunda Festa Major de la ciudad, fue décadas más tarde, a los años noventa, cuando se decidió incorporar en ella todos los elementos de una fiesta cívica. A pesar de que hay quien considera que debería crecer más, su coincidencia en el calendario con Santa Tecla o la Mercè también han hecho que mantuviera su carácter de Festa Major Petita, manteniendo Sant Pere como la gran Festa Major de Reus. En el calendario, el 25 de septiembre es festivo en Reus desde los años 50 del siglo pasado.
