La edad media en barrios periféricos de Reus es 12 años mayor que en el centro

La población con estudios universitarios y los ciudadanos extranjeros tampoco se distribuyen de forma equilibrada

06 junio 2019 07:43 | Actualizado a 10 junio 2019 08:22
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En Reus viven 103.477 personas –según el padrón de 2018– distribuidas de forma desigual entre los distintos barrios. En el centro se concentra la mayoría de la población y en la periferia se produce todo lo contrario. También hay diferencias en cuanto a la edad media de los ciudadanos. En algunas zonas, como Jardins de Reus, Bellissens, Mas Iglesias o Mineta, la media de edad se sitúa entre los 30 y los 36 años y, en el otro extremo, territorios como Hospital, Mare de Déu de Misericordia e Illes Medes la edad media es más de 20 años mayor, entre los 54 y los 60 años.

Son datos expuestos en un estudio sobre la escolaridad, encargado por el Ayuntamiento de Reus, en el que se analizan las características socioeconómicas de la capital del Baix Camp. En la muestra, a través de la cual se han creado los gráficos, se han estudiado a los reusenses de entre 20 y 45 años y se han tenido en cuenta aspectos como la formación o el país de procedencia.

Así es como se refleja una cierta segregación residencial. Un 16,2% de la población de la ciudad ha nacido fuera de España y se reparte de manera desequilibrada entre las distintas zonas del municipio. En barrios como Fortuny o Sardana se supera el 30% de extranjeros de 20-45 años y en Mas Iglesias, Jardins de Reus, Dina o Tallapedra este perfil poblacional es inferior (menos del 9%).

El nivel de formación de los reusenses, extraído a través de los datos de empadronamiento, también permite identificar diferencias territoriales. Un 16% de los reusenses mayores de 16 años no tiene estudios, un 44% tiene los obligatorios, un 29% ha cursado postobligatorios y un 10% tiene formación universitaria. La población de entre 20 y 45 años con estudios universitarios tampoco se reparte de la misma forma en Reus. Algunos barrios, como Aigüesverds, Mas Sedó, El Pinar o Mas Carpa presentan porcentajes que duplican y hasta triplican la media de la ciudad. En el lado opuesto, Montserrat, Fortuny, Gaudí o la zona del Hospital.

Los representantes vecinales

En Mas Pellicer, uno de los barrios de la ciudad donde la media de edad es más elevada, el presidente de la Associació de Veïns I de Maig, Eduardo Navas, indica como principal problema la no existencia de ascensores en los pisos, construidos hace 40 años. «Hubo un par de personas que no salían de casa porque no podían bajar las escaleras. Al final, instalamos una plataforma», detalla el presidente de la asociación.

Navas explica que el barrio está trabajando para solucionar esta situación que, cada vez, se agrava más con el envejecimiento de los vecinos. La intención es adherirse a la línea de subvenciones del Departament de Territori i Sostenibilitat y la Agència de l’Habitatge de Catalunya destinada a obras de rehabilitación de edificios. «Precisamente, la semana que viene tenemos una reunión con Habitatge. Esperamos poder sumarnos a esta ayuda, que subvencionaría el 60% de los trabajos», confía Eduardo Navas. En cuanto al transporte público, considera que la comunicación con el resto de la ciudad es buena, pero incide en que los sábados, la línea 60, que transcurre por el paseo Prim y el Mercat, no pasa por Mas Pellicer.

El informe también analiza el nivel de estudios. En este sentido, según el análisis, una de las zonas en las que viven las personas con una formación superior es Aigüesverds. Su presidente, Marcos Massó, describe la mayoría de vecinos de la urbanización como «empresarios» e «industriales». No obstante, subraya que «por vivir en una zona en concreto de Reus no hace que tengas más estudios. En todos los barrios de la ciudad hay gente bien formada». 

En cuanto a la inmigración, el estudio señala zonas como la calle de la Sardana. El presidente de la asociación vecinal del barrio Horts de Miró, Gustau Durant, subraya que no hay ningún tipo de problema de convivencia. Explica que a nivel asociativo se busca la implicación de todas las culturas, aunque cree que falta más conocimiento «por todas las partes. Quizás se tendrían que hacer puntos de encuentro con la colaboración de Ayuntamiento y de todos los colectivos».

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