Los Mossos d’Esquadra de la comisaría de Reus detuvieron el sábado a un hombre de 44 años y de nacionalidad senegalesa como presunto autor de un delito contra la propiedad industrial y un delito contra los derechos de los trabajadores. En el interior de un edificio se calcula que había más de 20.000 artículos falsificados aunque se desconoce el número exacto ya que el recuento durará días.
El sábado por la tarde, una patrulla observó ante un portal del barrio Muralla de Reus, concretamente en la calle Miramar, a un grupo de personas en plan de espera delante de un bloque no habitado de tres pisos. Los agentes, que iban de paisano, se acercaron a estas personas para hacer comprobaciones y, mientras hablaban con ellas, una persona abrió la puerta e invitó a pasar a todo el grupo, patrulla incluida.
Una vez adentro, los mossos observaron unos bajos donde había estanterías desde el suelo hasta el techo llenas de material preparado para su venta. La mayor parte de este genero era ropa, bolsas de mano, riñoneras, gorras ropa deportiva –incluso camisetas de fútbol– y zapatillas –muchas de la marca Nike– de entre 30 y 40 marcas comerciales. Incluso tenía maniquíes. También había algún perfume
Los agentes también vieron como un hombre, responsable del negocio, ofrecía los productos a los clientes como si se tratara de un comercio. Estos productos, todos falsificados, se vendían a precios muy por debajo de sus versiones originales.
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Ante esto, la patrulla pidió apoyo a otras dotaciones para poder hacer las comprobaciones en el local. De este modo, los mossos descubrieron que el inmueble contaba con los bajos y dos plantas más y que todos los aposentos estaban llenos de estanterías con material falsificado.
Durante las comprobaciones, varias personas fueron entrante al local para hacer compras tal y como quedó acreditado en las actas de declaración que los mossos se los cogieron. Además, los agentes identificaron dos menores de edad que estaban trabajando al local sin ningún tipo de contrato.
Por todo ello, los mossos detuvieron al responsable –que llevaba una riñonera con más de 500 euros– y precintaron el local hasta ayer lunes que agentes de la Unitat d’Investigació hicieron, con autorización judicial, una entrada y pesquisa. Este dispositivo contó con la colaboración de la Guàrdia Urbana de Reus.
El responsable solía aparcar su furgoneta delante del local y, al ser una calle muy estrecha, el negocio pasaba bastante desapercibido.
A lo largo de la semana está previsto disponer del resultado de esta entrada con el número total de prendas de ropa intervenidas de diferentes marcas comerciales. Material que estaba todo falsificado y se venía a precios inferiores al que tendrían los artículos originales.
El detenido, quien ya tenía cuatro antecedentes por delitos contra la propiedad industrial, ha pasado esta mañana a disposición del juzgado de guardia de Reus.