Clara Madurell: «Es inevitable parecerse, puede ser que tu idea no sea única»

Dibujar es su pasión y, además de desarrollar un estilo de ilustración muy personal como proyecto propio, trabaja como profesora de bachillerato artístico para transmitir el valor de la creatividad

24 febrero 2023 21:40 | Actualizado a 25 febrero 2023 07:00
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La artista Clara Madurell disfruta desde pequeña plasmando colores sobre un folio en blanco. Junto a su visión particular del mundo de la ilustración, trabajar como docente complementa al 100% su faceta más creativa.

¿Dónde nace su interés por el arte?

Siempre he tenido muy claro que lo mío era dibujar y que me tenía que dedicar a ello. En la familia somos varios artistas y empecé a pintar mucho porque mi abuelo hacía cuentos y yo los dibujaba. Desde siempre me han motivado mucho hacia el mundo artístico.

Estudió Bellas Artes, de hecho.

Sí, y después de esa incertidumbre, de cuando te dicen que de trabajar como artista no vivirás, algo que es de primero de carrera, que ya sabes; como también hay parte de mi familia que se ha dedicado al mundo de la educación, me dijeron que probase. Siempre me había gustado explicar y ayudar a los demás, pero al principio era como la solución ‘fácil’, repentina.

Estudié diseño gráfico en la Escola d’Art de Tarragona e intenté vivir de ‘ser artista’, pero era muy complicado, tenía que hacerme autónoma... Entonces, me fueron saliendo sustituciones en colegios de Reus y como me gustaba y me sentía bien, seguí con ello.

¿Qué le aporta la docencia?

Cuando yo hice el bachillerato, no sé si por suerte o por desgracia, tuve un profesorado muy duro y no siempre te acompañaban de la forma que tocaba. A mí me encanta ver que las alumnas están empezando en este mundo, que no es nada fácil, y además están en una etapa complicada. Por eso, siempre intento apoyarlas, me siento con ellas a dibujar porque ¿cómo les enseñas algo tan subjetivo? Les explico mis trucos y les animo a tirar adelante, por muchas veces que les digan que no, que sigan porque algún día encontrarán lo suyo. Además, como ir contenta a trabajar cuesta mucho hoy en día, seguiré mientras la educación se mantenga así.

¿Es complicado fomentar la creatividad?

Me encuentro muchas veces con la etiqueta de «eres la de plástica», siempre se ha desmitificado mucho y me dicen que solo dibujo y enseño a dibujar, nada más. Al margen de lo que diga la gente, las leyes de enseñanza potencian solo lenguas y números, toda la parte de inteligencia creativa y emocional queda reducida. Con lo que hemos vivido de la Covid, que limiten el arte es una pena.

¿Y trabaja otras disciplinas?

En las clases doy un poco de todo: cine, audiovisual, fotografía, publicidad, dibujo, pintura, escultura... Intento que conozcan un poco de todo, es una forma de estimular otras creatividades y vean qué llevan dentro, lo que más les gusta. Tampoco me gusta ceñirme exclusivamente a lo que diga el libro.

En redes sociales muestra un proyecto muy característico.

También me interesaba conservar esa parte. Mi parte profesional podía orientarse a la educación, pero no quería perder esa parte más creativa mía que me hace ser quien soy. Tampoco me gusta encasillarme en un tipo de ilustración, voy haciendo lo que me apetece en el momento.

¿Tiene referentes o influencias artísticas?

En cuanto a los colores tiro más hacia las vanguardias impresionistas, fauvistas, toda esa época me encanta: la representación de colores, manchas, texturas... Y en cuanto al trazo, he optado por lo que me es más cómodo. Siempre te enseñan a dibujar de una manera determinada, pero yo voy probando cosas que me inspiran.

Al final, somos muchas las que dibujamos y lo compartimos en redes, y si todas hiciésemos lo mismo no tendría gracia, seríamos una copia de alguien. Aunque es inevitable parecerse, porque puede ser que tu idea no sea única.

¿Qué objetivos le gustaría cumplir?

Me encantaría hacer el cartel de la Fiesta Mayor, eso sí. Pero tampoco me creo demasiado lo que hago -el síndrome de la imposta que dicen-, me planteé hace un tiempo vender mis láminas, hago encargos y me gusta mucho hacer las cosas a mano porque tengo la libertad de dibujar lo que quiero; pero imprimirlas, creo que le quita parte de su valor. Intento huir de esa comercialización.

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