Una mujer que presentó una denuncia en la comisaría de los Mossos d’Esquadra sobre que la habían atracado y abusado sexualmente de ella –posteriormente se comprobó que los hechos relatados eran falsos– ha sido absuelta por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona de un delito de simulación de delito en grado de tentativa. Inicialmente, el Juzgado de lo Penal 2 de Reus la había condenado al pago de una multa de 240 euros. La absolución viene dada porque tras una investigación, los hechos relatados tenían «incoherencias, inconsistencias y contradicciones».
A las cinco de la madrugada del 24 de enero de 2015, la acusada se presentó en la comisaría de los Mossos d’Esquadra de Reus. «Faltando a la verdad y con pleno conocimiento de ello», denunció que sobre las cinco de la tarde del día anterior unos individuos la obligaron a subir a una furgoneta cuando se encontraba en la calle Roser de Reus. Aseguró que aparcaron en un párking, donde comenzaron a tocarle sus partes íntimas y, tras registrarle el bolso, le sustrajeron 5.000 euros que portaba en su interior. Dicha denuncia dio pie a la apertura de unas diligencias policiales, que fueron presentadas el 2 de febrero al Juzgado de Guardia de Reus, si bien éste no llegó a incoar diligencias previas por los hechos denunciados.
La investigación
Los Mossos d’Esquadra, antes de que el caso llegara al Juzgado, buscaron a través de las cámaras de seguridad el trayecto explicado por la denunciante por su hubieran podido registrar los hechos y obtener más detalles de lo sucedido. Los investigadores citaron a la denunciante para que facilitase más detalles sobre los hechos. Resultó que, siendo lo relatado incoherente y expuesto así por el agente a la acusada, ésta acabó reconocimiento que los hechos denunciados no eran ciertos.
Para la Audiencia Provincial de Tarragona, la denuncia presentada por la ahora procesada «no era inverosímil ni increíble en cuando a los hechos referidos, aún cuando se desmarcase de la habitualidad delictual que llega a los órganos judiciales».
La denunciante hizo un relato coherente y lógico de los hechos, «temporalmente ubicado, describe a los autores de los hechos y refiere que podría incluso reconocerlos, reiterando que de hecho los agentes que la recibieron no se apercibieron inmediatamente su carácter falseario ni siquiera hicieron mención alguna en su atestado inicial a alguna sospecha en este sentido». Fue con la investigación posterior cuando se constató el engaño.