El aficionado a los pasatiempos de los diarios suele encontrar una frase que dice: la solución mañana. En nuestro juego político –cómo será el referéndum- Puigdemont anunció que explicará detalles el 4 de julio. Así pues, la solución, mañana.
Avanzo un temor: consiste en que quienes organizan el referéndum quieran darlo por válido sea como sea, es decir independientemente de su participación, con tal de que los ‘sí’ sean más que los ‘no’.
En las últimas elecciones autonómicas, de 2015, votaron 4.130.000 personas y los votos que apoyaron a Junts pel Sí y la CUP alcanzaron un 47,8 % de este total. En el 9-N de 2014 (que será el modelo del referéndum), votaron 2.344.828 personas y los votos independentistas alcanzaron el 81%.
Si se quiere saber qué quieren los catalanes se tendrá en cuenta la abstención. Si se trata de ganar, se despreciará, naturalmente culpando a Madrid de ella.