El avión de Nicolás Maduro, que se hallaba en la República Dominicana, fue incautado por Estados Unidos y trasladado a Florida. El régimen venezolano calificó el hecho de acto de piratería, y Washington lo justificó porque había sido adquirido ilegalmente en Estados Unidos por una empresa fantasma y fue sacado del país sin permiso. El Dassault Falcon 900-EX, producto de la empresa francesa, cuesta 13 millones de dólares y tiene capacidad para 16 pasajeros.
La vicepresidenta Decly Rodríguez tuvo mejor suerte que Maduro y, gracias a un chivatazo, pudo sacar a tiempo su avión oficial, que estaba en Ginebra por mantenimiento, y llevarlo a Caracas antes de que los americanos lo cogieran.
La noticia relevante sería que Venezuela capturara el Air Force One.