Hay innovación y empresas en Tarragona más allá de un proyecto

03 agosto 2024 20:22 | Actualizado a 04 agosto 2024 07:00
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No entraré en si debemos o no facilitar la instalación del proyecto Hard Rock pero que reduzcamos Tarragona y Catalunya solo a esto y que sea moneda de cambio para tener presupuesto o un gobierno de la Generalitat es una visión sesgada de la realidad empresarial del mundo, del territorio y sus retos. Condicionar la competitividad y la economía de Catalunya a un proyecto empresarial cuando tenemos más de 600.090 empresas en Catalunya y solo en la demarcación de Tarragona 53.172 es cuanto menos reduccionista.

En economía te enseñan qué significa el coste de oportunidad, en empresa que el tiempo es dinero, y en innovación que las oportunidades tienen un momento para transformarse en desarrollo económico y sino, las desarrolla otro. Lo contrario es falta de inversión, competitividad y bienestar.

Hace poco me llamó un economista de referencia para confirmar si su análisis sobre la competitividad de Tarragona era correcto. Nuestro nivel de vida ha bajado y los sectores que son tractores de la economía de la zona deben incrementar la innovación e inversión para seguir siendo competitivos o serán deslocalizados porque competimos con otras comunidades, otros países y continentes, el mundo corre y compite y nadie nos espera. Le dije que sí, pero la buena noticia es que hay muchas empresas líderes de nicho que están haciendo un gran trabajo y otros proyectos relacionados con la nueva economía, empresas que están transformando sus procesos y productos e iniciativas punteras que son de admirar. Empresas que tienen problemas de competencia, de logística, de tamaño, de infraestructuras, de disponibilidad de recursos, talento o energía. Tarragona tiene proyectos innovadores que son y serán de gran impacto social en la empleabilidad, la competitividad y calidad de vida de la zona si se desarrollan correctamente.

Para ello y en línea con lo que dice el informe de Enrico Letta sobre Europa, necesitamos más Europa, más innovación y más facilidades para empresas a todos los niveles. La descarbonización se ha convertido en un reto para todos los sectores, pero también en una oportunidad para establecer nuevas formas de descarbonización o nuevas fuentes alternativas de energía. La química, la autonomía farmacéutica y el bienestar, la falta de recursos naturales como el agua y la combinación del sector agroalimentario con el tecnológico son campos para desarrollar nuevas oportunidades. La transformación del sector audiovisual, la protección del patrimonio cultural y el turismo de calidad juntos están transformando las industrias experienciales, un sector natural para un territorio como el nuestro. Las nuevas infraestructuras de conectividad son otra oportunidad para la nueva logística y la ciberseguridad industrial.

Hace unos días se presentó el anuario del Idescat, en donde me llamó la atención como más del 56% de la población entre 25-34 años tiene estudios superiores mientras que la tasa de paro de los menores de 25 está en el 22,4% –la más alta de la Unión Europea– y 1 de cada 4 personas están en riesgo de exclusión. Solo en el Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre las entidades sociales atendieron cerca de 90.000 personas en 2022. Una buena política social incluye que las personas tengan un buen trabajo y en ese sentido, hay iniciativas sociales en el territorio para ayudar con la digitalización de la población, para reinsertarse en el mercado laboral, para formarlas a lo largo de la vida, para revitalizar oficios que escasean y, a la vez, formar nuevos perfiles profesionales.

Tenemos una población comprometida con el territorio que lucha cada día con sus proyectos la mayoría de manera discreta, pero el tiempo ni el mundo nos espera y que ya sea por un falta de inversiones, infraestructuras o apoyo y agilidad en facilitarlas, ahora hay que apoyar sin dilación que todas estas empresas, emprendedores y cadenas de valor crezcan aquí. La lista de necesidades y proyectos es larga, proyectos en el área de las nucleares, infraestructuras de movilidad y conectividad, nuevas plantas de descarbonización, plantas con biorreactores, etc, etc, etc...

Yo solo sé que no sé nada, pero cuando no sé, pregunto a quién sabe, a quien le ocupa y afecta. La próxima vez que se tomen decisiones en clave país en base a un proyecto empresarial, que no es ni el primero ni el único, yo les pediría por favor que pregunten a los empresarios, los economistas y los ciudadanos, porque el coste de oportunidad tiene un precio en nuestra competitividad y nuestra vida aquí.

PD: En la era del humanismo tecnológico, cuidado con los tóxicos, trepas, troyanos y trolls y rodearos de SINERGENTES que siempre suman aptitudes, equipo y valores.

Reducir Tarragona y Catalunya al Hard Rock es una visión sesgada de su realidad empresarial
Los sectores tractores de la economía de Tarragona deben incrementar innovación e inversión para seguir siendo competitivos, o serán deslocalizados
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