Suceder a Isabel II

10 septiembre 2022 18:15 | Actualizado a 11 septiembre 2022 06:00
José Mª de Areilza
Comparte en:

La Reina de Inglaterra ha dejado un legado moral y político de enorme calado. Nadie ha ceñido la corona tantos años y con tamaño acierto en la historia de su país. A lo largo de siete décadas, Isabel II ha conocido intensos tiempos de turbulencia, pero de manera discreta e inteligente ha sabido capear uno tras otro todos los temporales, desde la descolonización hasta el ‘brexit’; y en el ámbito familiar, reponerse de algunas crisis no menores.

El trono pasa ahora a su hijo Carlos, príncipe de Gales, que a sus 73 años se ha preparado a fondo para este momento. Yo me declaro –solo a estos efectos– carlista y pienso que el heredero tiene cualidades y capacidades sobresalientes, mejor formación que sus predecesores y más inquietud por entender el mundo y cuestionar cuando es necesario ideas de progreso poco meditadas.

Yo pienso que el heredero tiene cualidades y capacidades sobresalientes, mejor formación que sus predecesores y más inquietud por entender el mundo

Nadie es perfecto y, en ocasiones, el príncipe ha intervenido con opiniones demasiado fuertes en debates domésticos; por ejemplo, sobre arquitectura. Pero también ha sido un trabajador incansable para fomentar la responsabilidad social de las empresas y un pionero en los debates medioambientales y sobre el cambio climático.

Su reto será estar a la altura del ejemplo de entrega y autoexigencia que deja Isabel II, y ser útil a una sociedad que pasa un momento delicado. El Reino Unido ha salido debilitado de la retirada de la Unión Europea y sufre la misma ola de populismo que el resto de Europa, en su caso protagonizada por un partido conservador mutado en nacionalista inglés.

Su reto será estar a la altura del ejemplo de entrega y autoexigencia que deja Isabel II, y ser útil a una sociedad que pasa un momento delicado

La Corona es esencial, al igual que en España, para dar estabilidad, continuidad y cohesión al proyecto nacional. Las posibilidades de secesión de Escocia y de unificación de la isla de Irlanda han aumentado con la ruptura. Por fortuna para los británicos, la capacidad de adaptación y de reinvención de su país es enorme. Hasta ahora, entre sus clases dirigentes siempre han sobresalido algunos miembros con un alto sentido de la responsabilidad y la conciencia de ser eslabones en una historia por transmitir a las generaciones siguientes.

Ojalá que durante el reinado del próximo monarca el Reino Unido refuerce su democracia, encuentre su sitio en el mundo y desarrolle una relación constructiva con el resto de Europa. La monarquía, calificada con admiración como una «idea simple» por Bagehot, es el único mito político útil que puede hacerlo posible.

Temas:

Comentarios
Multimedia Diari