Los aeropuertos catalanes están de enhorabuena. Están batiendo récords de pasajeros. El de Reus registró en julio 199.467 pasajeros, un 13,7% más que hace un año, mientras que el número de operaciones se situó en 2.526, un 21 ,3% más. En el acumulado del año, el aeropuerto tuvo 662.930 pasajeros y 13.816 operaciones, un 16,5% un 13,2% más que durante los siete primeros meses del 2023. Por su parte, el de Barcelona batió un nuevo récord en julio al llegar a los 5.381.969 pasajeros, un 9% más que el mismo mes del año anterior. Desde principios de año, el aeropuerto ha recibido 31.472.571 pasajeros, un 12,2% más que en el mismo periodo del año anterior. El Aeropuerto Girona-Costa Brava llegó en julio a los 286.686 pasajeros, un 0,7% más, y se efectuaron 3.117 operaciones, un 12,6% más. En cuanto a los siete primeros meses, el aeropuerto superó el millón de pasajeros (1.055.669) y logró las 12.932 operaciones, un 35,7% y un 13,8% más respectivamente.
El turismo es un bien a mimar, mejorando su movilidad, por ejemplo, pero también hay que evitar que se desborde y perjudique a los vecinos
Este aluvión de cifras tiene dos lecturas. Por un lado, el turismo genera riqueza y puestos de trabajo. Por esto hay que cuidarlo y facilitar su movilidad. Pero, por otro, la masificación turística es un problema creciente que se debe atajar. Es imprescindible evitar que los habitantes de las ciudades que los turistas visitan no se sientan ‘invadidos’ ni sufran molestias. Y también es prioritario solucionar la gentrificación, el fenómeno que dispara los precios de la vivienda a consecuencia del incremento de pisos turísticos.
En la línea de facilitar la movilidad de los turistas, y de los propios ciudadanos, resulta poco comprensible que en los autobuses municipales de Tarragona aún no se pueda pagar con tarjeta de crédito. Será posible a partir de septiembre, cuando los 76 vehículos municipales contarán con datáfonos. Nunca es tarde si la dicha es buena, dice el refrán, pero no es menos cierto que Tarragona es la última capital catalana en incorporar algo tan sencillo como poder pagar el billete si no llevas dinero en efectivo.